
-los que más lo que esconden sus palabras.
Es como darse de cabezazos contra un matamoscas.
Es cierto, soy la mayor estafa conocida.
En mis textos no hay contradicciones,
ni siquiera me tomo a pecho mis palabras,
escritas sin propósito ninguno.
En fin, que todo es cosa de afirmar para negar.
Esto te me permite poner la mano en el fuego por todo lo que escribo.-,
y resulta que ahora todos se atribuyen el gusto de conocerme.
No voy a repetir ni una sola quimera, fantasía,
ni una sola palabra se regodea ya en mi abismo.
He hablado ya de todo, de una forma engorrosa,
pero este momento merece claridad.
"Fui pasto de sus encrucijadas,
alimenté sus dudas y preguntas, hasta que se volvieron en mi contra."
"Esto merece claridad, yo se la voy a dar:
Lo único que el hombre nunca podrá evitar será su curiosidad."
"No merezco ni un solo aplauso, pero esto no va de merecer,
ni de mi aberración hacia el prójimo."
"He cambiado ya tanto, tanto, tanto -¿Alguna vez han visto de veras un laberinto?-
que lo que pensaba se cotiza."
"No trato ya temas tabús.
Mi experiencia me dice lo que quiero oír.
Mis poemas me empujan en una sola dirección."
"De tanto escribir lo que he querido,
he llegado a saber lo que no quiero."
"Con esto me refiero a la metalingüística.
Esa delgada línea entre el hombre y el hombre."
"Es el verso enfermizo que nunca ha sido atravesado
-Para mí la escritura es un hobbie -¿Cómo iba a tener yo la llave maestra?
El arte de la guerra, de la autodestrucción, revuela en los conceptos metafísicos.
¿Qué leches tiene una cosa que ver con la otra?-,
acudirá en su ayuda, si no encuentran la salida."
"La mente despejada. Por mí mismo supero mi sintomatología.
He escrito mis tormentos, sin obtener respuesta."
"No es mi ego el que escribe, es mi punto de vista.
Mis respuestas no forman parte de su enigma."
"He plasmado mis inquietudes
-¿Y ahora, qué?-
y ni siquiera he soñado con ellas."