Víctor Vergara Valencia escribió:.
Jajaja, eres genial
incluso en tus comentarios, Blanca.
Gracias, Víctor, pero todo el mérito es tuyo, me haces reflexionar, aunque no sé si eso es demasiado bueno cuando... escribo mis reflexiones, como ocurre -o va a ocurrir-
Nooooo, en realidad no me encontraba tan enfadado como pueda parecer. Creo que estaba sintiéndo premoniciones de un enfado mucho mayor que me llegaría unos días más tarde, con la invasión de la franja de Gaza.
Ajá : )
Te comprendo. En casa (edificio) también vivimos una situación conflictiva, y aunque sea a escala vecinal, y menos triste que la de Gaza, mucho me temo que lleva el mismo camino.
Verás, resulta que el vecino del 8Q, tiende (cuelga) su colada -en un patio grande que hay a tal efecto- un poco ... a la remanguillé, o eso dice el presidente de la comunidad, y es que, cuando cuelga las sábanas (de una cama de 150x200), no lo hace mitá para aquí, mitá para allá -dice que así sale una arruga en el medio que a él le molesta mucho, de modo que tiende los 2.60 metros a lo largo, y claro, le tapa las ventanas al de 7Q. Como el del 7Q ha intentado hacerle entrar en razón, y no ha entrado porque dice que son sus sábanas y su cuerda y él las tiende como le place, pues el del 7Q, ha dado la batalla dialéctica por perdida, y ha tomado medidas (nunca mejor dicho), y todo trozo de sábana que tape sus ventanas, lo recorta. No, no corta la sábana, hace un 'siete', con la forma de su ventana, en las sábanas del vecino del 8Q.
Complicado, como puedes ver. De momento observamos (como si fuéramos la ONU o algo así) el tirar cáscaras de mandarina de uno, y el acumularlas del otro...
Por otro lado, el vecino del 10F, le ha dicho a la vecina del 9F, que lo que le ocurre (nos ocurre) es que no sabe 'festejar'. La del 9F, le ha dicho que desde luego que sabe festejar, pero que para festejar hay horas, lo mismo que las hay para dormir. En medio de esa batalla, ha intervenido el vecino del 10G. Éste, al igual que el de 7Q lo intentó con el vecino del 8Q, ha intentado dialogar con el del 10F, es más llamó a su puerta y le pidió con toda la consideración de la que eres capaz, dado el mosqueo que tienes cuando has de levantarte a las 5.00 am para ir a la lonja, y a las 4:00 am tu vecino festeja lo que le parezca, pues eso, le pidió que por favor bajara el volumen de la música. Cuando el del 10G volvió a su cama, comprendió que el del 10F lo que había hecho era elevar el volumen, de modo que salió de nuevo y llamó. Estaba preparado para hacerle entender que se había equivocado de dirección, y que no había bajado la música, sino al revés. Para lo que no estaba preparado, me temo, era para que al abrir la puerta el del 10F, sin mediar palabra, le largara un puñetazo.
Lo sé, lo sé, son batallas dométicas, por eso las he recordado: a veces he oído que lo que ocurre entre palestinos e israelítas, son también batallas domésticas, claro que los daños no son sábanas.
Por eso he pensado en las de mi edificio. Por eso, y por que mientras las recuerdo, logro olvidar que según AI, 30.000 niños mueren en la República ¿Democrática? del Congo para que yo -el burro delante para que no se espante-, y tú, usemos nuestros teléfonos móviles, o naveguemos por Internet.
Ojalá el Coltán sirviera para que todos fuéramos capaces de ver el bosque, y largáramos a quien se toma el derecho a la vida de los otros como suyo propio, lo más lejos posible. Y en esos, incluyo a los unos y a los otros. Nadie tiene derecho a matar, y si nadie lo tiene, ni israelítas ni palestino lo tienen. Otra cosa es que cada uno seamos libres de ponernos de parte de mi vecino del 8Q, o de parte de mi vecino del 7Q, en mi opinión, tiene razón el último (en quejarse, claro), pero no defenderé nunca que tenga derecho a recortar las sábanas del de arriba.
Blanca
PD
Cualquier parecido con la realidad, similitud respecto a pisos, letras, o vecinos, es pura coincidencia, ¿ein?