navegar de tu vientre en un mar imposible..."
Juan Luis Panero
Voy a escribir un poema de amor y sus misterios. Tengo la imagen perfecta:
Una tarde de parque, charlando, tendidos en la hierba. Puede que yo, llena de añoranza, dijera algo así:
¿Cómo podría rechazar
el asalto de tu cuerpo?
Cuando...
Puedes ser el zaguán
que comunique noche y furia.
Puedes ser la sombra
que vaga entre tapices
de gigantescos baños de mármol
e inodoros como tronos.
Puedes ser la juventud,
la que quiero alcanzar y no responde,
prisionera de otras voces
repitiendo historia.
¿cómo puede, una historia de amor,
pasar tan silenciosa?
El poema se va centrando, más el ángel negro de la inspiración juega al despiste e inútilmente intento rodear a mi pareja, como una gata en celo, alcanzarlo en su centro.
Voy de nuevo a la imagen de mi pequeño parque, guitarra en mano. Pierdo la luz y escribo, mintiendo nuevamente, sobre el amor y sus misterios.
Si yo ...
Puedo ser una flor silvestre rendida por la escarcha
la que pega tu cara
al mango de la azada
y te hace sentir la mano ardiente.
Puedo y quiero nadar en el terciopelo de tu cuello
y en el satén de tu alma lúbrica
llena de pasión.
Sí avanzando,
nadaría en tu pecho,
buscando la vereda de tu ombligo,
pasearía mi lengua en ti, por ti, para ti..
Vuelvo al poema, busco la palabra, el ay, el dolorido ay del sexo rápido en el sofá.
Si bajara la luz
de rodillas recibiera tu verbo.
Estallaría entonces la luz de un solo verso
y perduraría para siempre en mi memoria,
aún después de tu mentira.
Consumado el misterio del amor
las últimas gotas de mi sangre
serían derramadas
—inútilmente, claro—
para aquél ser impasible
que nunca llegará a beber de mi cráneo.