Entre campanas, sonrisas, dislates y soflamas

[John Garlic]

Son nueve los tañidos de campana
que anuncian el comienzo de la misa
a la que siempre acude muy sumisa
la secta mojigata y puritana.

La vetustez del cura con sotana
engendra una atmósfera imprecisa
que viaja de lo hediondo a la sonrisa
del mártir desangrado en su peana.

No existen religiones salvadoras,
son todas mentirosas y araneras
que estrujan a los fieles con dislates.

Su dogma carnicero les devora
las ansias de pulmones sin quimeras
de dioses que alimentan disparates.

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo, amigo John, esta vez medido y rimado para conformar un soneto.
Ay, las religiones, en su haber claros y oscuros y por mi parte la convicción de que cada día están más desfasadas.
Por cierto, si ves que no te contestan algún poema es porque publicas muchos y no das tiempo a las contestaciones. Y sí, estos días han aumentado mucho las lecturas, precisamente, cuando han entrado menos visitas. No lo entiendo, pero así es.
Abrazos.

[John Garlic]

Hermoso e interesante trabajo, amigo John, esta vez medido y rimado para conformar un soneto.
Ay, las religiones, en su haber claros y oscuros y por mi parte la convicción de que cada día están más desfasadas.
Por cierto, si ves que no te contestan algún poema es porque publicas muchos y no das tiempo a las contestaciones. Y sí, estos días han aumentado mucho las lecturas, precisamente, cuando han entrado menos visitas. No lo entiendo, pero así es.
Abrazos.

Gracias, amigo Rafel, por tus amables palabras.
En primer lugar tengo que decirte que la gente es muy libre de contestar a los poemas, eso está más claro que el agua y los dos lo sabemos.
En segundo lugar, como tú muy bien me apuntaste, se trata de una cuestión de reciprocidad y yo de momento de eso ando escaso.
En tercer lugar, mis poemas han de soportar que sea yo su crítico más duro, de ahí que, a veces, retire algunos después de publicados al darme cuenta, tarde, que son realmente infames. Además, soy consciente de que mis versos son feos, duros, difíciles de entender, farragosos y de temática molesta que no gusta a mucha gente.

Saludos cordiales, amigo y admirado poeta.

[Rafel Calle]

Obviamente, amigo John, eres libre de pensar lo que quieras. En Alaire pensamos que eres un buen poeta. Poema de la Semana en agosto pasado; ganador del certamen Blanca Sandino... En fin, otros van más despacio a la hora de ser reconocidos.
En fin, parece que estás atravesando uno de los clásicos baches de autoestima que solemos tener los poetas. Se te pasará porque tu poesía vale la pena.
Abrazos.

[John Garlic]

Obviamente, amigo John, eres libre de pensar lo que quieras. En Alaire pensamos que eres un buen poeta. Poema de la Semana en agosto pasado; ganador del certamen Blanca Sandino... En fin, otros van más despacio a la hora de ser reconocidos.
En fin, parece que estás atravesando uno de los clásicos baches de autoestima que solemos tener los poetas. Se te pasará porque tu poesía vale la pena.
Abrazos.

Con mi respuesta, querido amigo, no pretendía dar esa sensación, en absoluto.Es que soy así y siempre he pensado así. Y todo lo contrario, me encuentro en una fase de elevado furor poético hasta el punto de que he presentado dos pequeños poemarios a un certamen.
Saludos afectuosos.

[Silvia Savall]

Son nueve los tañidos de campana
que anuncian el comienzo de la misa
a la que siempre acude muy sumisa
la secta mojigata y puritana.

La vetustez del cura con sotana
engendra una atmósfera imprecisa
que viaja de lo hediondo a la sonrisa
del mártir desangrado en su peana.

No existen religiones salvadoras,
son todas mentirosas y araneras
que estrujan a los fieles con dislates.

Su dogma carnicero les devora
las ansias de pulmones sin quimeras
de dioses que alimentan disparates.

Es un gusto descubrir tus versos. De nuevo felicidades por tu premio en el certamen.
Un abrazo desde Valencia.

[John Garlic]

Son nueve los tañidos de campana
que anuncian el comienzo de la misa
a la que siempre acude muy sumisa
la secta mojigata y puritana.

La vetustez del cura con sotana
engendra una atmósfera imprecisa
que viaja de lo hediondo a la sonrisa
del mártir desangrado en su peana.

No existen religiones salvadoras,
son todas mentirosas y araneras
que estrujan a los fieles con dislates.

Su dogma carnicero les devora
las ansias de pulmones sin quimeras
de dioses que alimentan disparates.

Es un gusto descubrir tus versos. De nuevo felicidades por tu premio en el certamen.
Un abrazo desde Valencia.

Gracias, amiga, por tus amables palabras.
Saludos cordiales desde Alicante