y detrás de tus ojos sulfure el desierto.
Cuando me apresures entre tus palabras
y sólo rastrille un verbo mal gastado
una tregua a la escalera lluviosa,
una esperanza paralela.
Cuando mirés sobre tu hombro
algún latigazo onírico
las pupilas amorfas
el olvido febril
un sustantivo geométrico.
o el pacto huérfano de nuestras graves migajas.
Camino en círculos sobre los espejos muertos
(soy una pequeña pincelada al olvido)
manos inciertas repletas de monstruos,
lengua bisiesta.
Me arrojo vencida al crujido del reloj,
el loco, la rueda
se adormecen sobre los tentáculos de septiembre.