
Lo cierto es que lo incierto es lo que más me atrae.
Esto no quiere decir que indague o escudriñe en ello.
Me basta con conocer mi propio misterio para saber de sobra que están más que perdidos.
Les adelanto que mis textos son recreaciones caóticas sin más afán que poner en guardia al lector sobre sus incoherencias.
Conozco todos sus síntomas, he pasado por todas las "fases" de la poesía.
Esto no es poesía intelectual.
Mis palabras son lo que muchos querrían para sí.
Pero no, la humildad y la falsa modestia les retiene.
Yo era como ustedes.
Les comprendo.
Pero he tragado tanta mierda que ya nada me conmueve.
Mucho menos iban a sorprenderme sus comentarios.
Siempre me he posicionado a favor del público.
De ahí nacen todos mis poemas.
El pensamiento está solo en la mente.
Otra cosa es que me salte a la torera los "principios" literarios básicos.
Digamos que es por inercia, pero conozco todo lo que me hace falta.
Nadie ha vivido lo que yo.
Nadie más puede sorprender con su poesía.
"No son mis versos o conductas lo que deberían tener en cuenta."
"Un Dios nunca muestra su forma.
Un Dios nunca se manifiesta."
"Y si la biblia dice lo contrario, esperen a ver, comprueben si sus bibliotecas les salvarán el pellejo."
Libros de autoayuda aparte, esto no es una demostración de maestría.
"Lo más parecido a esto es -aún sigo pensando que vivo un show de truman- gastar saliva para evitar el manicomio."