huyeron de su mente en plena infancia,
la guerra puso fin a su ignorancia,
la muerte se adueñó de su camino.
Fue rosa encarcelada, un desatino,
por gente intolerante, vil y rancia
que torturó y mató con gran jactancia,
sajándole a la niña su destino
de pájaro cantor que anuncia el día,
de joven luchadora que a la pena
ponía siempre un toque de alegría.
Su cuerpo está amarrado a la cadena
de un tiempo pavoroso, de agonía,
que aún no ha recibido su condena.
