
Mi visión es un tanto peliaguda.
Empieza por el amor, y termina en Dios.
Una vez sobrepasado Dios, es cuando uno,varios, millones de personas pueden pensar con propiedad.
A mí se me atraganta quién me dice que la vida es luz.
Todo lo que desecho he experimentado.
Y eso incluye todo.
Mis poemas no son crípticos ni mucho menos.
Todos conocen el infierno.
Otra cosa es que se hagan el longuis.
El sufrimiento extremo comienza por darle importancia a las pequeñas cosas.
Luego se dejan engatusar por ilusiones.
El bien y el mal son un chiste para quien ha abierto su mente lo suficiente.
Luego, la conciencia no es escolástica, ni proviene de Dios.
Existen numerosos "ilustrados" que inculcan el cargo de conciencia.
¿Para qué sirve la culpabilidad?
No existen milagros ni epifanías.
Demasiado daño ha hecho ya la biblia.
Empapelo mi casa y mi entrecejo con mis escrituras.
Nadie sale de aquí.
Esto es un reciclaje.
El mundo no acaba en la nada.
El mundo, como tal, como vocablo que aparece en el diccionario.
Quién afirma que el universo es infinito.
Quién que el manto de estrellas es tal cosa.
Quién ha destrozado el misterio.
Detrás de cada casposa afirmación hay un filósofo o poeta.
Traspasar la barrera del amor no es complicado.
Basta con endiosarse.
Y después darle a dios la patada.
"Hay quienes ponen nombre a todo.
Pónganselo a esto:
He llegado a ser Dios sin esfuerzo.
Basta con contradecirles."
Pero no vale con ser Dios, no a mí.
Más allá de aquí no hay nada.
Con lo cual les muestro mis principios.
He llegado a pensar que todo está cambiando.
Sin embargo, no veo otra alternativa que el cerebro.
"Hemos sido etiquetados por la cultura.
Y gracias a su destrucción."