Linternas en la nieve
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Ricardo López Castro.
- Mensajes: 1845
- Registrado: Lun, 23 Abr 2018 18:35
Linternas en la nieve
No sé qué hacer.
Pero mi boca y mis manos forman parte del juego.
No sé quién soy.
No sé dónde estoy.
Pero todos pueden llamarme por mi nombre, y a un módico precio.
No sé adónde voy.
No sé de dónde vengo.
Pero tomo distancia sin moverme del sitio.
En verdad, eso de las emociones no lo tengo muy controlado.
Control, igual a aburrimiento.
Sé que el estilo de vida que llevo, es por no joder a los demás.
Incluso por intentar complacerlos a tod@s.
¡No puedes con ello, Ricardo!
No sé si es cuestión de poder,
pero fui capaz de enamorarme unas pocas veces.
He sido muy duro conmigo.
Escribir sin directas o indirectas o sin sarcasmo o ironías es una tarea pendiente para mí.
Incluso sin sentencias o aforismos.
Quería en verdad que palpasen mi agónica realidad.
Que me liberasen de ella.
Pero ahora he decidido adaptarme a la poesía.
No quiero volver a aquella inmundicia.
¡A mi poesía le faltaba un mundo de verdades!
-
- Mensajes: 16337
- Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
- Ubicación: Estados Unidos
- Contactar:
Re: Linternas en la nieve
Adelante, Ricardo, con tus descubrimientos poeticos. Todos vamos por este viaje hacia el centro de esas preguntas. ERARicardo López Castro escribió:No sé qué decir.
No sé qué hacer.
Pero mi boca y mis manos forman parte del juego.
No sé quién soy.
No sé dónde estoy.
Pero todos pueden llamarme por mi nombre, y a un módico precio.
No sé adónde voy.
No sé de dónde vengo.
Pero tomo distancia sin moverme del sitio.
En verdad, eso de las emociones no lo tengo muy controlado.
Control, igual a aburrimiento.
Sé que el estilo de vida que llevo, es por no joder a los demás.
Incluso por intentar complacerlos a tod@s.
¡No puedes con ello, Ricardo!
No sé si es cuestión de poder,
pero fui capaz de enamorarme unas pocas veces.
He sido muy duro conmigo.
Escribir sin directas o indirectas o sin sarcasmo o ironías es una tarea pendiente para mí.
Incluso sin sentencias o aforismos.
Quería en verdad que palpasen mi agónica realidad.
Que me liberasen de ella.
Pero ahora he decidido adaptarme a la poesía.
No quiero volver a aquella inmundicia.
¡A mi poesía le faltaba un mundo de verdades!