Pues sí, los años nos permiten concedernos algunos pequeños privilegios, y si la tecnología ayuda bienvenida sea, ..aunque yo a misa ni con mandos ni con cabinas de teletransportación..

Gracias Luis, los años no perdonan y la salud se resiente, pero como dices podemos aprovechar la tecnología para muchas cosas, lo de la misa es una anécdota y, sinceramente, si hay que ir prefiero hacerlo a alguna capilla solitaria y fuera de horarios de culto.
Me alegra que te parezca hermoso este poema.
¿Sabes que hay abrazos que nos reinician? Pues uno para ti, tocayo, fuerte.