Rosario Martín escribió:Qué existencia tan mísera deben tener aquellos que sólo disfrutan
con la barbarie...
Los humanos llevamos siglos cometiendo los mismos errores, una y otra vez,
pero que en pleno siglo xxi y con una educación ( desde infantil) que defiende
los derechos de los animales, los recursos naturale y todo aquello que nos ayude
a una convivencia más evolutiva, en todos los sentidos,
es desmoralizador que sigan ocurriendo estos actos sangrientos en manos
de las nuevas generaciones. Está claro que debemos plantearnos, muy en serio,
la educación de los padres y el entorno familiar,un niño pequeño que maltrata a su mascota
(perro, gato, hámster...) ya es un aviso de que algo no va bien.
Qué pena, amigo entero,pero yo sé que el Roget
tuvo una gran familia y fue muy feliz. Un abrazo .
Era un gato libre el Roget, aunque entraba y salía de casa cuando le venía en gana. No lo adoptamos porque aún teníamos perros... y ellos decidían quien entraba, quién salía corriendo y quién se quedaba.
Desde que murieron las cánidas abuelas, llevamos ya cuatro gatos adoptados, que más los dos de siempre suman seis. Vamos a tener que cerrar la habitación, la cama no da para más, je je.
Espero que la educación actual, como bien dices, logre el cometido que pretendía; aunque sin una buena educación en el hogar las causas y los resultados se comprometen. Los niños cercanos ya los tenemos ganados para esta labor; espero que ellos sigan haciendo causa común. De momento lo hacen.
Un café, amiga entera, y un abrazote gigante... pero con delicadeza, je je.