Estaciones sentimentales XXV– Las dunas en el mar

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me ha fascinado el recorrido por tus versos, nos regalas imágenes que obligan a soñar
Un abrazo con mi admiración
Carmen

Gracias, Carmen por "soñar" en estos versos.

Un bico

[Marimar González]

Cálidas dunas, un desierto personal y un grato refugio para el retiro.
Saludos, Poeta

[Arturo Rodríguez Milliet]

Vertiginoso vuelo rasante por los parajes ignotos de tu creación,
gracias por las imágnes que nos brindas para recrear tus mundos.
Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Has sumergidos tus dedos poéticos más allá de lo material visible y quizás ello pueda despistar un poco al lector que no está acostumbrado a tratar con términos físico químicos. Es un poema muy real. Desde el título todo es fascinante: "Las dunas en el mar" ya lo dice todo. Lo efímero del existir en una materia en continua evolución; es la olla de la vida un conjunto de partículas que se juntan en moléculas de amor, buscando la sobrevivencia, es la ley de la vida; tal como entiendo que es la poesía, el arte, que trasforma la percepción de la realidad del intrépido lector que ahonda en ella. Es una obra conceptual en este periplo de estaciones que nos vas presentando. Metáforas hermosas como "cuerdas cerradas", "el color es la llama", "pliegues húmedos y templados", "desolación de arena", "ballenas de oro" jalonan los versos dejándonos entrever que finalmente somos el soplo de una ballena dorada.
Es una obra que me ha emocionado porque has desarrollado desde la parte científica una obra que parece un sueño y así llegas a todo tipo de lectores, hasta a los que no están familiarizados con términos científicos.
Sería una obra para analizar en mayor profundidad. Lo haré en otro momento para no cansar.
Sí creo que podrías pulirla más, pues se lo merece y da para ello, en el sentido de resaltar más la metáfora eliminando otras palabras que la diluyen, que aportan menos a la intensidad embriagadora de ella, la reina, dejando que en la imaginación del lector se recree una y otra vez esas crestas doradas del mar en la tarde; cuando el sol anuncia su momentánea despedida y nos deja a su compañera luna para que siga dibujando otros colores en nuestros labios.
Las aliteraciones y figuras mentales generan mucho ritmo y creo que es lo que debes resaltar para dar esa idea de onda y partícula que es finalmente lo que somos.
Un abrazo hermano querido