Ámbar #20

[Àlex Gállego]

#53

Me clavo en los pies las esquirlas del barro cocido
y voy viendo Persias en los rincones;
las piso con mi nombre
y con mis suelas engarzantes de diamantes.

Mientras cargo el remolque de mi sangre en mi cerebro
lloro por un ojo,
nunca por el mismo,
en el entusiasmo imbécil de limpiarme la mirada.

Y camino por las calles con forma de pasillos
y se abalanzan las puertas en mis nudillos,
las muecas en mi cerebro;
con un sol quemándome la espalda partida.

Estoy entre el latin king y el ñeta,
entre el navajazo y la carne,
como una camiseta desgarrada;
como esa voz colocada cantando flamenco.

Rozo sus hebras con mis yemas
y hundo los metacarpos
en las bocas y mejillas,
mientras me diseccionas la mirada

Y rozo sus hebras con la madera de mis manos
y me meto hasta la cocina...
y me meto... y me meto...
me meto sin descansar, salido de las esquinas,
con la camisa por fuera,
la sonrisa de una Cleopatra
y el puño de un César

#54

Voy dejando mis pétalos
en el suspiro de las gomas
con el tacto del vacío y del beso amortiguado
del plástico con el cristal.

Las estrellas temblequean mientras te recito
y las ofrendo a los cielos
cuando apreto las mandíbulas en un sueño amorfo,
y éste estalla;
cuando el verano se acerca con la caricia de una ola
y me meto en la frecuencia del pedrusco redondo.

Poema anterior:
Ámbar #19

Poema siguiente:
Ámbar #21

[Rafel Calle]

Hermoso, interesante y evocador trabajo, amigo Àlex, de lo mejor que te he leído en Alaire.
Felicidades.
Abrazos.

[Pilar Morte]

Me ha gustado el poema. Dice mucho y bien. Felicidades.
Besos
Pilar

[Óscar Distéfano]

#53

Me clavo en los pies las esquirlas del barro cocido
y voy viendo Persias en los rincones;
las piso con mi nombre
y con mis suelas engarzantes de diamantes.

Mientras cargo el remolque de mi sangre en mi cerebro
lloro por un ojo,
nunca por el mismo,
en el entusiasmo imbécil de limpiarme la mirada.

Y camino por las calles con forma de pasillos
y se abalanzan las puertas en mis nudillos,
las muecas en mi cerebro;
con un sol quemándome la espalda partida.

Estoy entre el latin king y el ñeta,
entre el navajazo y la carne,
como una camiseta desgarrada;
como esa voz colocada cantando flamenco.

Rozo sus hebras con mis yemas
y hundo los metacarpos
en las bocas y mejillas,
mientras me diseccionas la mirada

Y rozo sus hebras con la madera de mis manos
y me meto hasta la cocina...
y me meto... y me meto...
me meto sin descansar, salido de las esquinas,
con la camisa por fuera,
la sonrisa de una Cleopatra
y el puño de un César

#54

Voy dejando mis pétalos
en el suspiro de las gomas
con el tacto del vacío y del beso amortiguado
del plástico con el cristal.

Las estrellas temblequean mientras te recito
y las ofrendo a los cielos
cuando apreto las mandíbulas en un sueño amorfo,
y éste estalla;
cuando el verano se acerca con la caricia de una ola
y me meto en la frecuencia del pedrusco redondo.

Versos que corren casi diáfanos en una autorreflexión existencial. Debo confesar que me perdí en algunos símbolos y referencias que desconozco, pero ello no ha sido un obstáculo para aprehender la esencia de su mensaje. Muy buenas imágenes y metáforas, muy buen ritmo (natural y persistente). Ausencia total de ripio. Un poema muy bueno, para mi gusto.

Un abrazo fraterno.
Óscar

[Lunamar Solano]

Las escenas se suceden y convocan en cada tramo, mi amor... la intensidad sensible que desnuda los pasos...
Apasionada intensidad siempre en tus versos... TE AMO! SIEMPRE!

Besos...todos...
Tu Nancy

[Àlex Gállego]

Hermoso, interesante y evocador trabajo, amigo Àlex, de lo mejor que te he leído en Alaire.
Felicidades.
Abrazos.

Gracias por tu comentario Rafel. Me alegra que te gustase el poema.

Un abrazo

[Àlex Gállego]

Me ha gustado el poema. Dice mucho y bien. Felicidades.
Besos
Pilar

Gracias por tu comentario, Pilar. Me alegro de que te gustara el poema.

Un abrazo

[Àlex Gállego]

Versos que corren casi diáfanos en una autorreflexión existencial. Debo confesar que me perdí en algunos símbolos y referencias que desconozco, pero ello no ha sido un obstáculo para aprehender la esencia de su mensaje. Muy buenas imágenes y metáforas, muy buen ritmo (natural y persistente). Ausencia total de ripio. Un poema muy bueno, para mi gusto.

Un abrazo fraterno.
Óscar

Me alegro de que te gustara el poema, Óscar. Te agradezco el comentario.

Un abrazo

[Àlex Gállego]

Las escenas se suceden y convocan en cada tramo, mi amor... la intensidad sensible que desnuda los pasos...
Apasionada intensidad siempre en tus versos... TE AMO! SIEMPRE!

Besos...todos...
Tu Nancy

Gracias por dejar aquí también tus huellas, además de en mi corazón, mi Nancy. TE AMO!!!!

Siempre tuyo...
Cúbrete de mis besos

Tu Àlex

[Guillermo Cumar]

Preciso y precioso rondar el aire con las manos sin buscar ni encontrar descanso satisfactorio.
Me gustó tu ambar 20 y con un poco de mimo lo distraigo.

Un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

Salud y felicidad, compañero.

[E. R. Aristy]

#53

Me clavo en los pies las esquirlas del barro cocido
y voy viendo Persias en los rincones;
las piso con mi nombre
y con mis suelas engarzantes de diamantes.

Mientras cargo el remolque de mi sangre en mi cerebro
lloro por un ojo,
nunca por el mismo,
en el entusiasmo imbécil de limpiarme la mirada.

Y camino por las calles con forma de pasillos
y se abalanzan las puertas en mis nudillos,
las muecas en mi cerebro;
con un sol quemándome la espalda partida.

Estoy entre el latin king y el ñeta,
entre el navajazo y la carne,
como una camiseta desgarrada;
como esa voz colocada cantando flamenco.

Rozo sus hebras con mis yemas
y hundo los metacarpos
en las bocas y mejillas,
mientras me diseccionas la mirada

Y rozo sus hebras con la madera de mis manos
y me meto hasta la cocina...
y me meto... y me meto...
me meto sin descansar, salido de las esquinas,
con la camisa por fuera,
la sonrisa de una Cleopatra
y el puño de un César

#54

Voy dejando mis pétalos
en el suspiro de las gomas
con el tacto del vacío y del beso amortiguado
del plástico con el cristal.

Las estrellas temblequean mientras te recito
y las ofrendo a los cielos
cuando apreto las mandíbulas en un sueño amorfo,
y éste estalla;
cuando el verano se acerca con la caricia de una ola
y me meto en la frecuencia del pedrusco redondo.

He aquí el sufrimiento del hombre en búsqueda de entendimiento. Todos sufren mucho, pero quienes quieren entender las causas llegan a ver como mucho de lo que se sufre es otro modo de supervivencia competitiva. Conandrums, acertijos de innecesario dolor.

Las estrellas temblequean mientras te recito
y las ofrendo a los cielos
cuando apreto las mandíbulas en un sueño amorfo,
y éste estalla;
cuando el verano se acerca con la caricia de una ola
y me meto en la frecuencia del pedrusco redondo.





Interesante que en estos últimos versos una palabra : apreto, podría ser un error, o no, no es aprieto. Es exactamente lo que dice el maravilloso cierre:
y me meto en la frecuencia del pedrusco redondo.


Un gran poema! Te felicito Alex. ERA