
Qué es el amor para mí.
Esa mujer, y esa otra.
Dos.
Solo dos.
¿Por qué dirán que cada uno tiene su propio concepto del amor?
Me escalan -sí, porque soy esa escalera interminable de caracol (metáfora)-.
Miren, no sé ustedes, pero el amor tiene tantos interrogantes que joder, hasta mola de vez en cuando darle una vuelta.
Ahora mismo sería capaz de amarte tan fuertemente como lo hice, incluso muchísimo más.
Y a ti también.
Luego digo que de tonto no tengo un pelo.
Hasta mi madre lo dice.
La cuestión es que... después de tanto tiempo sin hablar contigo... -tanto o tan poco, todo está en el recuerdo, y en otros parámetros sin decibelios que no sé cómo definir. Es más, creo que en mi vida podré llegar a hacerlo-.
El amor no me puede enseñar una lección, no me puede hacer escarmentar, no. Esto no es un castigo.
A veces sucede que estamos tan acostumbrados al sufrimiento que ni siquiera lo sentimos -¿sentir? Eso murió contigo. Y después contigo. Es más, muere cada día, después de hacerme preguntas y preguntas para después quemarlas.
Y siento que algo más quemo con ellas, porque sinceramente, nunca he dejado de quereros.
Además, con respecto a ambas, sobrevuela la sombra de la incertidumbre.
Porque soy como soy.
A mí no me vale que alguien me diga "Si no te hace caso, o no te contesta los mensajes, o te dice que no le escribas, es porque realmente no quiere saber nada de ti, no siente lo mismo que tú."
No es cuestión de serendipias, es cuestión de confusión.
Cómo me gustaría estar seguro.
Saber la verdad.
Si he idealizado en exceso lo que sentías -¿¿¿¿sientes????- por mí.
Fuiste tan tajante.
Tú no, directamente te echaste novio y me bloqueaste del facebook.
No s´´e, tampoco es cuestión de momentos, ¿no?
Dichos sobre el amor hay muchos.
Ninguno me convence.
Creo que no le presto la atención debida a mis letras cuando hablo de vosotras.
No quiero ser ni orgulloso, ni espontáneo, ni natural, ni olvidadizo, ni un iluso.
No quiero ser nada.
Y al mismo tiempo quiero serlo todo.
Amarse a uno mismo.
A veces soy objetivo.
Puede incluso que la gente que me lee a través de una pantalla, y gracias a los satélites y su gran red, lo hayan percibido en mis textos.
¿Qué coño iba a decirles en un mensaje?
Creo que he marcado demasiado las distancias, pero, joder, ellas así parecían quererlo.
Esto parece la sala del psicólogo.
Me voy, que mis soluciones, de momento son de otro planeta.