Viernes – 19:30 h.
Charlábamos mientras compartíamos sombras y rímel en el cuarto de baño
intentando distraer la atención de lo que, de verdad, las dos estábamos
pensando.
H/
No me apetece ir a la cena, estoy realmente cansada.
M/
Bueno, no terminaremos tarde y para una vez que vienen... Además, como es
viernes y todos estamos cansados... ¿Tienes una sombra rosa?
H/
Sí. El domingo vendré a recoger mis cosas... No te pongas triste, por favor.
M/
Tranquila, hemos tenido tiempo para hacernos a la idea y yo sólo quiero que
seas feliz... Llévate mi colorete, te favorece más que a mi... Y mañana
compra Bisolvon, que no has dejado de toser en toda la noche.
Te voy a echar mucho de menos.
H/
Y yo... no me lo pongas más difícil, por favor.
M/
Estoy contenta, de verdad, por ti, por él… Déjame las fotos de tu escritorio.
---
Domingo – 17:00 h.
H/
¿Nos ayudas a bajar las cosas?
M/
Sí, claro...
H/
Hablamos ¿vale? te llamo y comemos juntas...
M/
Bien.
M/
¡Cuándo!
M/
Si se te ha olvidado algo me llamas.
M/
¡Cuídamela! ¿Vale? No tengo otra.
M/

---
©MAR - 13/02/07