Despensa

[Ventura Morón]

...
Tengo la cocina llena de tarros inservibles:
hay un montón de especias que no se si puedo seguir usando,
y se acumulan arroces y pastas en los muebles de abajo,
como si hubiera un canal que me comunicara
con otro yo que aún no he sido y que hace de comer
cada día
utilizando todos estos tarros que hoy se quejan de abandono
y de caducidad penitente.

¡Infelices! Da pena mirarlos, ahí, amontonados…
Cualquiera diría que son sombras frías
de momentos pasados,
o de futuros imposibles que amenazan
con parar el tiempo y dejarme, inerte,
imaginando una receta incompleta
en un tiempo indefinido.

Lo mejor sería tirarlos todos por la ventana,
una que está entreabierta
entre
el corazón y las costillas.
Hoy el sol brilla en la terraza,
nada mejor
que sacar todos estos tarros
para que se doren,
mientras voy a hablar, comprensivo, con ese yo que deambula
autómata,
preparando guisos infecundos,
y fratricida, le enveneno con dulces
y embalsamadas mentiras.
.
.
.

[Lunamar Solano]

Sensible y reflexiva proyección desde un rincón del diario querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Guillermo Cumar]

Me gustó el manejo de los versos. Todo el panorama de tu despensa tiene el honor y el arte de las buenas formas

Un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Querido amigo, te cuento que hoy me compré un camello de madera, en tamaño pequeño, por supuesto, cabe en el palma de mi mano. No lo necesito para nada, justo por eso lo compré. Queremos, en la vida, y , sobre todo, entre más pasan los años, cosas de las que nos podemos desprender fácilmente, sin gotas de arrepentimiento. Si te digo, que a veces, guardo en la nevera, lo que me parece arterias de mi corazón, no lo vas a creer, o sí . Es un monumento tu poema, que personalmente lo dedico a la resignación. Muchos abrazos y felicitaciones, Ventura.

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo, amigo Ventura.
Abrazos.

[Begoña Egüen]

...
Tengo la cocina llena de tarros inservibles:
hay un montón de especias que no se si puedo seguir usando,
y se acumulan arroces y pastas en los muebles de abajo,
como si hubiera un canal que me comunicara
con otro yo que aún no he sido y que hace de comer
cada día
utilizando todos estos tarros que hoy se quejan de abandono
y de caducidad penitente.

¡Infelices! Da pena mirarlos, ahí, amontonados…
Cualquiera diría que son sombras frías
de momentos pasados,
o de futuros imposibles que amenazan
con parar el tiempo y dejarme, inerte,
imaginando una receta incompleta
en un tiempo indefinido.

Lo mejor sería tirarlos todos por la ventana,
una que está entreabierta entre
el corazón y las costillas.
Hoy el sol brilla en la terraza,
nada mejor
que sacar todos estos tarros para que se doren,
mientras voy a hablar comprensivo con todos los yo que deambulan
autómatas,
preparando guisos infecundos,
y les enveneno fratricida con dulces mentiras.
.
.
.

Sensibilidad genuina, en este interesante poema, estimado amigo, Ventura Morón. Mi felicitación sincera.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Pablo Ibáñez]

Ventura,

me llega mucho el poema, amigo. Te imagino paseándote por la cocina, evaluando silenciosamente esos tarros inservible, caducos, llenos de moho. En ellos depositas un potente simbolismo con gran eficacia.

Un abrazo.

[Ventura Morón]

Sensible y reflexiva proyección desde un rincón del diario querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias por venir siempre llena de calidez.
Besos Nancy

[Ventura Morón]

Me gustó el manejo de los versos. Todo el panorama de tu despensa tiene el honor y el arte de las buenas formas

Un abrazo.

Gracias querido amigo. Tus lecturas están llenas de intención y profundidad.
Abrazos

[Ventura Morón]

Querido amigo, te cuento que hoy me compré un camello de madera, en tamaño pequeño, por supuesto, cabe en el palma de mi mano. No lo necesito para nada, justo por eso lo compré. Queremos, en la vida, y , sobre todo, entre más pasan los años, cosas de las que nos podemos desprender fácilmente, sin gotas de arrepentimiento. Si te digo, que a veces, guardo en la nevera, lo que me parece arterias de mi corazón, no lo vas a creer, o sí . Es un monumento tu poema, que personalmente lo dedico a la resignación. Muchos abrazos y felicitaciones, Ventura.

Que belleza me dejas Marius.
Podría hilar un poema a través de esas arterias congeladas, que irrigan una sangre espesa desde la nevera hasta la desembocadura del alma... Guarda tu camello. Ese valor de lo inservible es como comprender la fugacidad de la vida y atrapar un momento, congelarlo, dejarlo flotando entre los hielos, canalizarlo a través de esas venas que conectan el corazón al frigorífico olvidado de los recuerdos.
Me encanta esa dedicatoria a la resignación, que me parece que de pronto abriga bien a estos versos.
Gracias por venir querido amigo

[Pablo Rodríguez Cantos]

Qué bien despierta tu poema las sensaciones visuales y la sensación interior de desasosiego, hartazgo, sinsentido. Buena conexión. Saludos.