
lo saben los ratones con los que el sol me toca,
en los días lluviosos -el cielo solo ve lo que no es suyo.
El cielo no imagina los sudores yacidos en retretes,
ni los iris de orina o de suspense.
Necesidades fisiológicas...
pueden más que las ganas de tus ojos.
¿Qué criaturas seremos, enjambres que se pican?-
Todo esto me recuerda que la miel de mis labios, y el domador cansado de mi circo, son mi propia poesía.
Algo que no puedo saber -si me quisiste-, y algo que yo imagino...
-Cavilar en un solo sentido es imposible.
Es por ello que un ácaro ha acampado en mi espejo.-
"No me pidáis ejemplos de Ricardo".