Muy agradecido, Rosa; me alegro de haberlo publicado.Rosa Marzal escribió:Hay mucha verdad y sabiduría en este poema, Alonso.
Me ha encantado, amigo.
Un abrazo.
Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Muy agradecido, Rosa; me alegro de haberlo publicado.Rosa Marzal escribió:Hay mucha verdad y sabiduría en este poema, Alonso.
Me ha encantado, amigo.
Un abrazo.
Gracias, Nancy, por llegar a estos versos que dictó la musa... esa conocida desde hace tanto.Lunamar Solano escribió:Hondamente elevado querido amigo... conmovedor...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy
Muy agradecido, Guillermo, por la lectura y por el comentario.Guillermo Cumar escribió:REmites la cordura y la sensacion que nos asusta un poco a todos los que aun nos queda algo del amor de siempre.
Esos últimos versos con los que el alma atrae el toque que presiente borran un poco lo anterior y su trayecto a ninguna parte.
Un abrazo
Muchas gracias, Rafael, y encantado con la visita.Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo, amigo Alonso.
Abrazos.
Hola, R. M. Pues no me acuerdo de que me lo dijeras... Y ahora me has dejado pensando. Sólo se me ocurre otro espacio, pero no caigo, je je.R. M. Alemán escribió:que delicia... Que derroche de sensatez, de simpatía... Cuanta generosidad. Sí, sé de tu poesía. ¿Ya te dije que hace unos años nos "tropezamos" por acá? En otro espacio, je.
Muchas gracias, Concha, por llegar a este resumen que se continúa y que se atrevió a pasar como poema.Concha Vidal escribió:Pues voy a ser muy, muy, muy escueta.
:
TOTALMENTE DE ACUERDO.
Fin.
y abrazos de mar compartido por supuesto.
Son complicadas las relaciones de pareja; pero con buena voluntad se consigue mucho: una vida entera compartida por ejemplo.Ramón Carballal escribió:Has escrito una buena radiografía de las relaciones de pareja. Me gustó el poema. Abrazos.
Alonso Vicent escribió: I
A estas alturas, por fin,
ya empezamos a hacernos pequeñitos
y a disfrutar de los detalles.
II
Vinimos de un ayer, de algún olvido
que sueña sus recuerdos,
de un futuro casi inexistente,
y nos encontramos en los propios besos
sin la necesidad de preguntar.
III
Para quererte y que me quieras me centro,
me reconcentro,
y el centro busco de tu ombligo
y de mi tacto.
Me tocas, te toco,
nos tocamos el alma en el empeño
para el resto de los días empeñados.
Un poema hermoso que eleva la cotidianeidad y contiene la carrera de luz de vidas compartidas. Una mirada que se interna y ve el fruto del buen carácter y el cultivo del amor. Me conmueve su franca entrega a la vida. Te felicito por tu buen hacer, Alonso! Abrazos, ERAAlonso Vicent escribió:I
A estas alturas,
que no son ni más ni menos
que lo que llevamos vivido,
se nos abre un nuevo paisaje.
No soy adicto a reprochar ni a reprocharme
y te quiero tal cual,
hasta con indisposiciones.
A estas alturas,
ser llano resulta confortable
y la sencillez se convierte
en otra versión para el no engaño.
Construimos un mundo
(que para mí resulta un universo)
de piedra y madera;
tan finito, tan infinito como nosotros,
tan a medida.
Ahora se supone
que solo es cuestión de entretenimiento:
de poner un parche aquí,
un remiendo allá
y dejar libres las vistas al firmamento.
A estas alturas, por fin,
ya empezamos a hacernos pequeñitos
y a disfrutar de los detalles.
II
Qué quieres que te diga cuando callo,
cuando son las palabras un engaño
propio, universal, estipulado.
Me inventé una mentira
para seguir tirando,
y cada vez estoy más convencido
de su propio argumento.
Qué quieres que te diga si no encuentro
ningún interrogante que me tiente
ni ninguna respuesta que haga mía
cuando son las preguntas una excusa
para hablar de sí mismos.
Qué quieres que te diga mientras paso
por esta coincidencia de mentiras
que nos unen y atraen.
Vinimos de un ayer, de algún olvido
que sueña sus recuerdos,
de un futuro casi inexistente,
y nos encontramos en los propios besos
sin la necesidad de preguntar.
III
Para quererte y que me quieras me centro,
me reconcentro,
y el centro busco de tu ombligo
y de mi tacto.
Me tocas, te toco,
nos tocamos el alma en el empeño
para el resto de los días empeñados.
Como la vida misma que hemos ido construyendo; y siempre hay de qué hablar al final de cada jornada.Marisa Peral escribió:Alonso Vicent escribió: I
A estas alturas, por fin,
ya empezamos a hacernos pequeñitos
y a disfrutar de los detalles.
II
Vinimos de un ayer, de algún olvido
que sueña sus recuerdos,
de un futuro casi inexistente,
y nos encontramos en los propios besos
sin la necesidad de preguntar.
III
Para quererte y que me quieras me centro,
me reconcentro,
y el centro busco de tu ombligo
y de mi tacto.
Me tocas, te toco,
nos tocamos el alma en el empeño
para el resto de los días empeñados.
Pues amigo Alonso, como la vida misma, a estas alturas
¿qué querrá que le diga?
¿qué querré que me diga?
Un placer recorrer cosas comunes![]()
Un abrazo.