Estaciones sentimentales XXVIII – Mujeres coronadas

[J. J. Martínez Ferreiro]

En el cansado atardecer,
entre el follaje y el aire quieto,
manaba un látex blanco
del árbol que abrazaba una muchacha
—se daba la carne al origen,
al oxígeno que flotaba
destructor e impalpable.

Ella reinaba alegre
sentada al borde del acantilado
mientras sus ropas se despeñaban;
reinaba feliz a la orilla
de un esbozo de él,
de sus caricias casi humanas,
de él y también de su propia desnudez
no despeñada,
siempre expectante en él.

Mujeres coronadas de metales preciosos,
con brazos tersos
abarcando sus pies morenos.
Mujeres que miraban entre los matorrales
los hombros anchos de los hombres azules,
con largos cuellos concluidos
en rostros duros y agrietados.
Mujeres con anchas caderas
y nalgas altas
soñaban el azar de los hombres azules
que siempre les daban la espalda.

[Pilar Morte]

Estaciones con la mujer de protagonista te han quedado genial. Me gustaron.
Besos
Pilar

[José Manuel F. Febles]

Genial, Ferreiro, esa descripción tan evidente de la mujer en sus diversas estaciones. Un lenguaje propio de un poeta que ha llegado a la cima de la poesía. Te felicito. Me ha gustado mucho.

Desde mi isla, un enorme abrazo, amigo.

José Manuel F. Febles

[Lunamar Solano]

Versos constelados que brillan y ahondan en sensibilidad querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Pablo Ibáñez]

Ferreiro,

siempre arriba con estas entregas de tus Estaciones Sentimentales. Como siempre, ambiente fuertemente simbólico, onírico, orgánico, telúrico. Psicoanalítico, diría. Las mujeres y los hombres, en sus encarnaciones más extremas, en sus apariciones más incendiarias. Rojo y azul, viento y oxígeno, acantilado y desnudez, y pechos, pezones, sexos... No hay descanso.

Un abrazo, amigo.

[E. R. Aristy]

Me ha fascinado tu creación, Ferreiro. Te mueves muy bien entre los arquetipos para nuestro deleite. ERA

[Ara López]

Tus estaciones sentimentales están plagadas de hermosísimas imágenes, de fuerza, de pasión, de detalle. Con mucha destreza nos conduces por el camino como quieres, nos haces sentir que también observamos detrás de la maleza.

¿Qué más te puedo decir? Creo que Pablo Ibáñez lo dijo todo con el comentario que te dejó.

¡Qué buen poema!

Un abrazo sincero.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Estaciones con la mujer de protagonista te han quedado genial. Me gustaron.
Besos
Pilar

Gracias Pilariña, por abrir este tema de tan generosas maneras.

Felicaes Pascuas para ti y todos los tuyos.

Un bico grande.

[Marisa Peral]

[quote="J. J. Martínez Ferreiro"]

Otra entrega magna, inspirada, arrebatadora, sensual y atrayente.
Felicidades compañero, un placer poder disfrutar tus letras.
Biquiños

[J. J. Martínez Ferreiro]

Genial, Ferreiro, esa descripción tan evidente de la mujer en sus diversas estaciones. Un lenguaje propio de un poeta que ha llegado a la cima de la poesía. Te felicito. Me ha gustado mucho.

Desde mi isla, un enorme abrazo, amigo.

José Manuel F. Febles

Gracias, viejo amigo, por estos "excesos" de espíritu navideño. Celebro que hayas disfrutado de estos versos.

Un abrazo y felices pascuas para ti y todos los tuyos.

[Antonio Justel]

... tiene algo magnético este trabajo tuyo , poeta, es como si hubiese llegado a los subsuelos critalinos de Arkansas - donde los hombres azules residen - y todo un asombroso panorama lo hubieses transportado, sesgo a sesgo, hacia este hermoso poema; hay personas dichosas. a. justel

[Rafel Calle]

De lo mejor de tus Estaciones sentimentales, amigo Ferreiro. Un poema muy bello y muy bien desarrollado.
Feliz Navidad, querido colega.
Un fuerte abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Versos constelados que brillan y ahondan en sensibilidad querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Gracias, querida amiga, por tu paso y generosos comentarios. Siempre es un honor tenerte por aquí.

Un bico grande.

[R. M. Alemán]

Enigmático, y a su vez claro... Las murallas no se calzan. Me encantó. Saludos.

[Marius Gabureanu]

Arriba con este poema impresionante, con una muestra más de cómo la luz de las palabras se ramifica en tu discurso, y lo impronunciable se deja esculpir por tu mano creadora. Muchos abrazos, estimado amigo.