La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Pilar Morte escribió:Mi infancia fue sin mar
pero con un paisaje profundo,
reflejo de inocencia, liviandad de lo no vivido.
El nido poseía las caricias y los sueños ajenos,
y mis zapatos los segundos, los pasos por llegar.
No existía vida más allá de la tarde;
solamente llenaba las ánforas de lluvia
para pasar el día, mientras el cielo
pincelaba la noche de estrellas,
y las llaves abrían la luz de la sonrisa.
Y comenzó la búsqueda, el último sentido,
el crepitar incesante del fuego.
Fue duro abandonar la certidumbre,
abrirte a la intemperie de lo oscuro,
volver de la batalla derrotado,
y descubrir rutinas en sueños con final
-esfinges sin cabeza a lo largo del camino
hermosas mientras alguien las miró-
Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
Imágenes de una elocuencia, calidez y finura desbordantes. Me felicito por haberte leído, poeta. Un beso y un abrazo muy fuerte para ti,
Marian Ramentol Serratosa escribió:La voz del poeta como lámpara, para ser convocada o desconvocada, pero siempre presente en cada final, en cada estrofa.
Un abrazo
Marian
Verte por mis versos es alegría para mí. Gracias por dejar tu huella
Un abrazo
Pilar
Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
Pilar Morte escribió:Mi infancia fue sin mar
pero con un paisaje profundo,
reflejo de inocencia, liviandad de lo no vivido.
El nido poseía las caricias y los sueños ajenos,
y mis zapatos los segundos, los pasos por llegar.
No existía vida más allá de la tarde;
solamente llenaba las ánforas de lluvia
para pasar el día, mientras el cielo
pincelaba la noche de estrellas,
y las llaves abrían la luz de la sonrisa.
Y comenzó la búsqueda, el último sentido,
el crepitar incesante del fuego.
Fue duro abandonar la certidumbre,
abrirte a la intemperie de lo oscuro,
volver de la batalla derrotado,
y descubrir rutinas en sueños con final
-esfinges sin cabeza a lo largo del camino
hermosas mientras alguien las miró-
Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
un poema bellisimo Pilar. Supongo que autobiográfico y con una estrofa final impresionante.
Me alegro mucho de haberlo leído. Ha sido un placer.
Pilar, en la infancia está todo, el territorio y el acopio de sueños para luego malvivir. Has escrito una hermosa evocación llena de verdad. Porque lo que importa, una vez instalados en el desencanto, es no perder de vista esos años sin mar que nos dan de beber siempre a lo largo del camino. Y, claro, la poesía. La poesía como salvación que, me parece, es como tú la construyes.
Un beso.
Qué buen poema el que nos ofreces, Pilar. Ha sido un placer enorme disfruarlo esta tarde un poco fría y triste. Mis felicitaciones y mi abrazo.
J. manuel
Ernesto perez escribió:Yo creo que una infancia sin mar debe ser dura o quizas de tanto imaginar orillas uno perfecciona su poesia, me ha gustado mucho el poema, el montón de imagenes que brindas todas muy bien hiladas, saludos.
Me alegra que te gustase el poema. Gracias por dejar tu mensaje
Un abrazo
Pilar
Pilar Morte escribió:Mi infancia fue sin mar
pero con un paisaje profundo,
reflejo de inocencia, liviandad de lo no vivido.
El nido poseía las caricias y los sueños ajenos,
y mis zapatos los segundos, los pasos por llegar.
No existía vida más allá de la tarde;
solamente llenaba las ánforas de lluvia
para pasar el día, mientras el cielo
pincelaba la noche de estrellas,
y las llaves abrían la luz de la sonrisa.
Y comenzó la búsqueda, el último sentido,
el crepitar incesante del fuego.
Fue duro abandonar la certidumbre,
abrirte a la intemperie de lo oscuro,
volver de la batalla derrotado,
y descubrir rutinas en sueños con final
-esfinges sin cabeza a lo largo del camino
hermosas mientras alguien las miró-
Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
Imágenes de una elocuencia, calidez y finura desbordantes. Me felicito por haberte leído, poeta. Un beso y un abrazo muy fuerte para ti,
Gracias Liz por tu comentario. me alegra verte cerca de mis versos
Un abrazo
Pilar
Pilar me da gusto pasar por estos bellos y a veces melancólicos recuerdos, unos versos tejidos en bellas imágenes que calan profundo.
Saludos cordiales y mis felicitaciones por tu bella poséia aún cuando se baña
en los mares de la melancolía. Bella obra con destellos del alma haciendo arcoiris de letras.
javierdicenzo80 escribió:Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
Y claro que damos luz al silencio.
un abrazo
javier
te espero con mi obra
Me alegra encontrarte cerca de mis letras. Gracias por tu comentario
Un abrazo
PIlar
Ayy Pilar este poema me ha calado hondo. Hablas preciosamente, de esa búsqueda desde infancia. Me vi pintada en tus letras, de tal modo. Dejar la zona de relax, en esa búsqueda y continuar en ella. De verdad tocaste profundo mi ser.
Va un gran abrazo cruzando mares, que acompañe en esta búsqueda que no estás sola.
Pilar Morte escribió:Mi infancia fue sin mar
pero con un paisaje profundo,
reflejo de inocencia, liviandad de lo no vivido.
El nido poseía las caricias y los sueños ajenos,
y mis zapatos los segundos, los pasos por llegar.
No existía vida más allá de la tarde;
solamente llenaba las ánforas de lluvia
para pasar el día, mientras el cielo
pincelaba la noche de estrellas,
y las llaves abrían la luz de la sonrisa.
Y comenzó la búsqueda, el último sentido,
el crepitar incesante del fuego.
Fue duro abandonar la certidumbre,
abrirte a la intemperie de lo oscuro,
volver de la batalla derrotado,
y descubrir rutinas en sueños con final
-esfinges sin cabeza a lo largo del camino
hermosas mientras alguien las miró-
Hoy pequeños sentidos llenan el gran final;
en un rincón la lámpara, vosotros poetas,
dando luz al silencio que vence las horas,
la ciudad que cautiva largas noches.
Valentin Martin escribió:Pilar, en la infancia está todo, el territorio y el acopio de sueños para luego malvivir. Has escrito una hermosa evocación llena de verdad. Porque lo que importa, una vez instalados en el desencanto, es no perder de vista esos años sin mar que nos dan de beber siempre a lo largo del camino. Y, claro, la poesía. La poesía como salvación que, me parece, es como tú la construyes.
Un beso.
Realmente siempre hay que salvarse con proyectos del corazón
Gracias por tu comentario
Un abrazo
Pilar