El continente perdido

[Ricardo López Castro.]

Yo quise ser, ¿ser?
Un donjuán de los pies a la cabeza.
Hasta que me percaté de algo:
“No importa la mujer con quien esté.
Ni que roce la perfección,
ni que me tiente su belleza.
La perfección no existe.
Es más, como buen perfeccionista que soy, también soy enteramente consciente de que pueden desquiciarme mil y una cosas sobre ella.”
En algún texto mío afirmé que no hay amores platónicos sin idealismo de por medio.
Antes, idealizaba a las mujeres.
Ahora, digamos que me evito paranoias, ideas delirantes, destructivas, y de más.
Ninguna relación de las que tuve se libró de la quema.
No sé lo que haría un dios en mi situación, pero sí sé lo que no haría:
“Escribir sus memorias, junto a una nota de suicidio.”

[Guillermo Cumar]

Aplaudo tu poema y el mensaje que acompaña a tu inspiración y a loas versos.ç

Un abrazo

[E. R. Aristy]

Yo quise ser, ¿ser?
Un donjuán de los pies a la cabeza.
Hasta que me percaté de algo:
“No importa la mujer con quien esté.
Ni que roce la perfección,
ni que me tiente su belleza.
La perfección no existe.
Es más, como buen perfeccionista que soy, también soy enteramente consciente de que pueden desquiciarme mil y una cosas sobre ella.”
En algún texto mío afirmé que no hay amores platónicos sin idealismo de por medio.
Antes, idealizaba a las mujeres.
Ahora, digamos que me evito paranoias, ideas delirantes, destructivas, y de más.
Ninguna relación de las que tuve se libró de la quema.
No sé lo que haría un dios en mi situación, pero sí sé lo que no haría:
“Escribir sus memorias, junto a una nota de suicidio.”

Interesante ver en un poema la mentalidad masculina ante la gran variación de belleza femenina. Un placer leerte, Ricardo. ERA

[Ricardo López Castro.]

Aplaudo tu poema y el mensaje que acompaña a tu inspiración y a loas versos.ç

Un abrazo

Gracias, Guillermo.
Desgraciadamente, o por suerte, cuando uno logra descubrirse en cuanto a su posición sobre esto, se descartan y se toman muchas imposiciones, las que el individuo en cuestión asume como reales y verdaderas, y las que no hace como tal, es más, que en su vida según él lo haría, pero que marcan su condición, y definitivamente, su confusión.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.

[Ricardo López Castro.]

Yo quise ser, ¿ser?
Un donjuán de los pies a la cabeza.
Hasta que me percaté de algo:
“No importa la mujer con quien esté.
Ni que roce la perfección,
ni que me tiente su belleza.
La perfección no existe.
Es más, como buen perfeccionista que soy, también soy enteramente consciente de que pueden desquiciarme mil y una cosas sobre ella.”
En algún texto mío afirmé que no hay amores platónicos sin idealismo de por medio.
Antes, idealizaba a las mujeres.
Ahora, digamos que me evito paranoias, ideas delirantes, destructivas, y de más.
Ninguna relación de las que tuve se libró de la quema.
No sé lo que haría un dios en mi situación, pero sí sé lo que no haría:
“Escribir sus memorias, junto a una nota de suicidio.”

Interesante ver en un poema la mentalidad masculina ante la gran variación de belleza femenina. Un placer leerte, Ricardo. ERA

Hay quien dice que dios es mujer, pero la belleza no es perfecta, no es ideal de perfección.
Simplemente, le sacamos defectos.
Tanto los unos, como las otras.
Y si no lo hacemos, es porque tenemos un grave problema de idealización.
¿Qué pasará cuando pierda la fe en dios?
¿Qué sucederá cuando ella, la mujer idónea y perfecta para mí, la mujer de mis sueños, me abandone?

Un fuerte abrazo, con mis mejores deseos y bendiciones.