La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Ricardo López Castro escribió:Muy bueno, Ramón.
Delicada escritura y un halo envolvente, convincente y trascendente.
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones.
Muchas gracias, Ricardo, por apostar por estas letras y obsequiarme con tu atento comentario.
Mis mejores deseos también para ti y un gran abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
José Manuel F. Febles escribió:La suavidad de tus versos y el lirismo que los llenan, hacen de él un poema hermoso para su lectura. Te felicito compañero.
Desde mi isla, un cordial abrazo
José Manuel F. Febles
Muchas gracias, amigo José Manuel, por tu, yo diría, sempiterna presencia en mis letras.
Creo que ha llegado el momento de perderme una temporada entre islas errantes.
Un fuerte abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Precioso poema Ramón, cuanta entrega y ternura en estos versos ¡Felicidades, amigo!
Un abrazo.
—-
Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
—-
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Hermoso poema, Ramón Castro. Se abre pidiendo tiempo para amar, cuanto lirismo! ERA
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Precioso poema Ramón, cuanta entrega y ternura en estos versos ¡Felicidades, amigo!
Un abrazo.
Marisa, muchas gracias por tus gentiles palabras.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Hermoso poema, Ramón Castro. Se abre pidiendo tiempo para amar, cuanto lirismo! ERA
Muy agradecido, ERA, por tu atento y apreciado comentario.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Sigue habiendo un cobijo de luz en el fondo que palpita.
Un placer este lirismo que traes y que se disfruta y agradece.
Un abrazo Ramón.
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Da gusto leerte y sumergirse en la llama de tus versos.
Te admiro mucho.
Abrazo grande.
Me acostumbré a perseverar
lo que otros tenían
hasta que el azar me descubrió
Silvia Savall[/i]
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Sigue habiendo un cobijo de luz en el fondo que palpita.
Un placer este lirismo que traes y que se disfruta y agradece.
Un abrazo Ramón.
Muy agradecido, Alonso, por tu paso y apreciado comentario.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
No dejes que el cielo
nos sueñe todavía,
que escriba con mano
presurosa nuestros nombres.
Deja, antes, que el tiempo
se despoje de su enigma,
que el silencio temple
la huella de tanto mar suspirado.
Deja en mí tu tristeza,
la orfandad de tu cuerpo sin edad y signo,
ese desorden que te habita extramuros.
Imagina que sobre tu piel
el viento traza una serena luz de atardeceres
como un sendero donde la sangre
destella en cada extenuante latido.
T´´u que supiste del amor
por los suaves pliegues de su herida,
acaso te preguntes
por qué en tu pecho aún una llama
se demora sobre esta vértebra dormida.
Da gusto leerte y sumergirse en la llama de tus versos.
Te admiro mucho.
Abrazo grande.
Muchas gracias, Silvia, la admiración es recíproca.
Un afectuoso abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
Antonio Justel escribió:... un buen trabajo con sello íntimo y sutil, Ramón, de gran valor poético en sí; felicitaciones. Orión
Muchas gracias, Antonio, por tus gentiles palabras.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?