
No hay frío que amistad no disemine
y logre adecentar entorno puro,
sabiendo la existencia claroscuro,
sentirlo, y que el cariño lo domine.
Donde terco un espíritu camine
con fe en el sentimiento a mil por ciento,
siempre lleno verá el vecino asiento
sin tener agorero que adivine.
Los lazos engendrados es sentir
sinceridad en gesto del hermano,
afirmando a trasluz todo lo humano
que vibrar en su eterno consentir,
entendiendo que el dar siempre su mano
facilita en el mundo al buen arcano.