parpadean las palabras en mágicos contratiempos,
fluyen borbotones los sentidos
y manos, manos... manos...
como gotas tecleando el frío de los cristales.
Todo,
como un te quiero de olas.
(¿Cómo son los te quieros de olas? Silencio, magia, nochejulioalicantina, shssssssssss,shossssssssssss, sisean desnuda de grano la arena. Así, así son. Siempre así, ayer y hoy treinta de julio de dosmil dieciocho... en Alicante, claro)