Escribir versos vivos

[Pilar Morte]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que diluye
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

[Víctor F. Mallada]

Déjame, Pilar, romper la alborada de este borbotón de versos,
versos que salen de dentro, como el grano de la espiga que espera esos ruiseñores.
Me ha encantado, maña, y no dejes de escribir, aunque se te quede el alma.

Víctor

[Hallie Hernández Alfaro]

Hermoso a más no poder, querida Pilar.

Emocionante lectura, aplausos miles.

Abrazos.

[Carmen Pla]

Me encanta tu poesía, Pilar, la siento cercana y como el título muy viva.
Precioso.
Besos

[Pilar Morte]

Déjame, Pilar, romper la alborada de este borbotón de versos,
versos que salen de dentro, como el grano de la espiga que espera esos ruiseñores.
Me ha encantado, maña, y no dejes de escribir, aunque se te quede el alma.

Víctor

Gracias, querido amigo, por tus alentadoras palabras.
Besos
Pilar

[Rosario Martín]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que emborrona
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Qué rico sabe el café con tus versos , Pilar,
mientras "todo duerme al calor de los grillos"
y en el bullicio de aves al despuntar el alba...
Siempre es un placer leerte, compañera,
Un abrazo

[Guillermo Cumar.]

, Veo un espejismo abierto a la resurrección real de los sueños que se posan alrededor del sentimiento. Me gustó el poema, y lo confirmo con un beso grande.

Un abrazo

[Lunamar Solano]

Profundo, vibrante, emotivo... conmovedor...
Un gusto leerte querida amiga...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Cecilia Martos]

Tu poesía siempre está viva, se deja sentir, emociona, un fuerte abrazo Poeta, me ha encantado.

Cecilia

[Pilar Morte]

Hermoso a más no poder, querida Pilar.

Emocionante lectura, aplausos miles.

Abrazos.

Me alegran tus generosas palabras, querida amiga, y te lad agradezco.
Besos
Pilar

[Julio Gonzalez Alonso]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que diluye
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Me gusta esa complacencia con las cosas que llenan el entorno y esa búsqueda del sentido trascendente de la palabra, haciéndose alimento que sustenta la vida. Miras desde una quietud inquieta, atenta, empapada de nostalgia y sentido del tiempo que pasa sin remedio. Mi abrazo veraniego, Pilar.
Salud.

[Pilar Morte]

Hermoso a más no poder, querida Pilar.

Emocionante lectura, aplausos miles.

Abrazos.

Gracias, querida amiga, por tu generosa palabra.
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

Me encanta tu poesía, Pilar, la siento cercana y como el título muy viva.
Precioso.
Besos

Gracias, Carmen, por tus gratas palabras
Me alegra que te gustase el poema
Besos
Pilar

[Antonio Justel]

"No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz".


... estos versos concentran un fervor descomunal acerca del tema que se trata en el poema, una imagen superviva, super-buena, Pilar, super-buena, tus versos siguen estando vivos, ya lo creo. Orión

[Pilar Morte]

Palabra, amiga del silencio
de los silencios.
Verbo hurgador de la herida,
cómplice de la sangre que emborrona
sanadora las ausencias.
Te muestras, verso,
cuando el alma extenuada escruta
el horizonte por donde se fueron los ojos
abiertos y sin vida.

He recogido el heno que sobró de la cosecha,
y mimado animales del camino
que otros cercaban.

Guardo el alimento para el banquete
de los ruiseñores huidos
por si tornan
con las alas dispuestas
a descansar sobre la almohada de semillas.

No adivináis la soledad de las ventanas cerradas
al viento que cuartea los vidrios,
ni la quietud de los labios que esperan
recuperar la voz.

Podríamos ir juntos al bosque
y bailar al ritmo de los gnomos,
sellar el afecto en el tronco de las hayas
y regresar por el primer camino.

Escribir…escribir…
mientras se queda el alma en el poema.

Ha llegado el descanso de la noche
aquietando el ruido de la distancia.
Todo duerme al calor de los grillos.

Qué rico sabe el café con tus versos , Pilar,
mientras "todo duerme al calor de los grillos"
y en el bullicio de aves al despuntar el alba...
Siempre es un placer leerte, compañera,
Un abrazo

Me alegra que te endulzara el café. Gracias por mostrar tu grata palabra.
Besos
Pilar