Vuelos de ayer
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Vuelos de ayer
No es ni el viento negro,
es la sangre de los árboles
corriendo por mi frente.
Por eso olfateo en las estrellas
como un perro,
para encontrar tu constelación perfumada,
para derrumbarme tal volcán
que se derriba sobre su esqueleto ardiente.
Voy bebiendo el rocío que cuelga
de las pestañas alzadas del viento,
con este frío ensamblado como un vino viejo,
arranco su corcho gastado y embriago mi alma,
esa botella que fue canto en las aves
y grito en la boca de los sedientos.
Así para caminar junto a cuervos
con almas de arcoíris,
junto a palomas con garras afiladas,
el secreto era tu voz que llamaba
las eternidades del mar,
las olas del misterio,
era el amor tuyo solo con su copa,
fuego en la noche, nebulosa del alba.
Pues me iré a los valles,
buscaré como un puma furioso tu aroma,
dormiré en una cama de hojas,
para que me despierten tus alas
y tus vuelos de ayer.
se me empezó a morir como un niño en la noche,
y yo mismo era un niño con mis años a cuestas por las calles, un ángel
ciego, terrestre, oscuro,
con mi pecado adentro, con tu belleza cruel, y la justicia
sacándome los ojos por haberte mirado." Gonzalo Rojas
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- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
Re: Vuelos de ayer
Me gustó el poema.
Besos
Pilar
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- Mensajes: 909
- Registrado: Vie, 15 Jul 2016 6:22
Re: Vuelos de ayer
Saludos, Antonio
- Alejandro Costa
- Mensajes: 6453
- Registrado: Dom, 13 Mar 2016 18:27
Re: Vuelos de ayer
Muy bueno. Profundo y elegante.A. Satír escribió:Esto no es una copla.
No es ni el viento negro,
es la sangre de los árboles
corriendo por mi frente.
Por eso olfateo en las estrellas
como un perro,
para encontrar tu constelación perfumada,
para derrumbarme tal volcán
que se derriba sobre su esqueleto ardiente.
Voy bebiendo el rocío que cuelga
de las pestañas alzadas del viento,
con este frío ensamblado como un vino viejo,
arranco su corcho gastado y embriago mi alma,
esa botella que fue canto en las aves
y grito en la boca de los sedientos.
Así para caminar junto a cuervos
con almas de arcoíris,
junto a palomas con garras afiladas,
el secreto era tu voz que llamaba
las eternidades del mar,
las olas del misterio,
era el amor tuyo solo con su copa,
fuego en la noche, nebulosa del alba.
Pues me iré a los valles,
buscaré como un puma furioso tu aroma,
dormiré en una cama de hojas,
para que me despierten tus alas
y tus vuelos de ayer.
Un buen trabajo.
Abrazos.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.…
Me sobra el corazón (Miguel Hernández)