Nube de hierro
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Miguel Esteban Martínez
- Mensajes: 38
- Registrado: Jue, 12 Jul 2018 18:15
Nube de hierro
Suyo cristal vagaroso
que sujeta su frente,
es como vidrio
azul que plañe y plañía
fríos deseosos
de otras frentes,
de otros animalitos
de tempestuosa calma,
avancé sin mirar;
fui por tu densa sombra
sin otros lares ni estrechas sendas
que guardasen tu vilo,
al crujir de miles astros,
tu piel erizaba
como viborilla
que todos mis nervios acurrucaba
entre el inerme tapiz de nuevo musgo.
Tu barco de seda inextinguible,
mi alma se iba,
naufragó en otra orilla,
sin tus montes avizores
con latido aplacado
de hondos rugidos,
sangre por juncos enervados
clava al aire su verde,
sed de calor, o vida,
quizá algo más,
hija del astro,
empírea ascua,
con estelas intangibles,
oídos que crujen nebulosas
en quemadores
azotando este mi carbón.
Símbolo arcano de luz pudiste,
arregazar sombras
para dormirlas en el hielo tus ojos.
Bajo el signo de la estepa
que vio acoger
el alacrán sereno
con sus pincitas
sólo cercenar un suspiro de vida
puede,
no suena ya mi caracol sonoro
ni lamento áspero
ni tristeza fría, en él late.
Plañía mi espíritu
en otra rivera,
en otra tierra castellana,
abrazando mi sombra
sin mi pecho nunca más.
El Castellano
Era una noche
de cristales rotos,
los lentes míos cansados
reposaban sobre el escritorio,
miré al espejo no reconocí
al que estaba sentado,
pregunté ¿Quién está ahí?
Aturdida contestó una voz:
Soy el que nunca serás,
porque siempre has sido yo mismo.
-
El Castellano
-
- Mensajes: 19782
- Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20
Re: Nube de hierro
Gracias por compartir, un abrazo.
"Ellas, cual arcoíris, alivian, desinflaman
y ponen plantillas en mis zapatos de aire.
Se hacen neuronas, y me hacen sentir que soy.
Sé que era antes de jugar con su color
pero hoy consiguen el milagro de seguir siendo."
Simplemente pastillas, Pilar Morte
- Miguel Esteban Martínez
- Mensajes: 38
- Registrado: Jue, 12 Jul 2018 18:15
Re: Nube de hierro

Era una noche
de cristales rotos,
los lentes míos cansados
reposaban sobre el escritorio,
miré al espejo no reconocí
al que estaba sentado,
pregunté ¿Quién está ahí?
Aturdida contestó una voz:
Soy el que nunca serás,
porque siempre has sido yo mismo.
-
El Castellano