consiste en conseguir
(docere, delectere et movere)
enseñar, deleitar y conmover
Cicerón
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Ayer tarde me sumergí
en las arquitecturas sonoras de la última Sonata
para piano de Beethoven
A la majestad de las primeras notas,
le siguió un patetismo sombrío que se fue tornando en una luz
que iluminaba los cielos oscuros de la tristeza
Toda esta exposición fue el prólogo que llevaba al Finale, la Arrieta;
hermosa variaciones de belleza divina.
El tiempo se detuvo... moría en un suspiro...
canto al ideal del alma,
profunda soledad,
paz, no ser... luz, Nirvana...
Y me dejé abrazar por las notas del piano,
y lloraba la música...
sollozaba el alma henchida de gozo,
desbordada en la Belleza
tarde de ausencia...
y dulce melancolía...
Se perdían la notas en el aire...
moría la Sonata...
y el alma, llena de amor,
se tornaba ángel ...
se hacía dios ....
por un instante !eterna llama!