La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Raul Muñoz escribió:
Bella, muy bella prosa poética. No es fácil, en prosa, mantener la cadencia y el ritmo; para mi gusto se logra con creces en este trabajo. Y lo que más me gusto es su elaboración en torno a la ausencia; tanto que no se descubre al destinatario de la suplica amorosa, porque en realidad amamos en y para la ausencia.
Me gustó mucho, Marisa. Gracias por compartir.
Un abrazo, amiga.
Muchas gracias por tan generoso comentario, querido Raúl, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo fuerte, compañerp.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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Precioso, Marisa. Las imágenes se suceden en una trazo intenso y sensible. Hay una belleza que trasciende en cada recoveco del poema.
Mi enhorabuena.
Un abrazo.
Agradezco tu paso y tus palabras, Miguel Ángel, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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Marisa Peral escribió:Rescatado del foro de prosa poética.
HABITADA DE PENUMBRAS
I
La distancia ha borrado las grafías de mis manos y te pierdes, como el humo de las hogueras, sin planos que te orienten. Jamás entregaré mis sueños al canto de los pájaros, ni mi vida a un hombre-árbol que me atrape entre sus encorvadas ramas. Quiero amanecer cubierta del azul añil de las noches en las que te leía el corazón. Esperaré bajo los tragaluces del tejado como una alondra mutilada.
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II
Amaba los retratos antiguos... y las calandrias que cantaban en el patio de la Capilla. Pero no los recuerdos moribundos de los molinos desmantelados, ni los ojos exasperados que -con el fin de poblar las sombras- lisonjeaban sonrisas.
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III
Me niego a evaporarme en los ignorados litorales del olvido. Si no estuviera tan llena de misterios, tan herida, te musitaría en el rumor de las escarchas y encendería los candiles del sendero. Pero ya no platico para nadie. Como noches imprevistas las azucenas degeneran en esta pesadilla. Tratan de transcribir el intangible enigma de sus días, los recuerdos inexorables de su vida. Es como el último redivivo de un cataclismo. Por eso le beso las mejillas.
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IV
No atiende. Cuando sus manos se colman de magnolias las siemprevivas invaden sus ojos de asperezas y las cigarras anegan su ventana con chismes y centellas. Recuerda el nombre de su perro y los motes de sus vecinos como sombras aturdidas en la tarde. El sibilino polvillo de la muerte -telaraña espectral de la nada- espía pesadamente. A veces sólo respira. Por eso la quiero como nunca.
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V
Indagaré, como el sol, por todas las rendijas de la casa. Discutiré con las plantas y con la sórdida tristeza de los espejos que me miran desde las ruinas de los días. Te hablo ahora desde la evocación de los desesperados nómadas de la calma. No es para afianzar tus ojos en mi pecho, ni para colmar de besos tu rostro anaranjado, sino para encender tu vida. Como una ternura ascendiendo.
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VI
Amé en ti tus recuerdos: Leyendas de los duendes perdiéndose en el tiempo como mariposas. ¡El sol crece, como un núcleo, en el abatido monedero de mi pecho! Después de vivir como los fantasmas te sientas a dar tiempo al tiempo y esperas la muerte en la ruinosa techumbre de tu vereda tarareando canciones a punto de apagarse. ¿Qué dirás cuando alguien te pregunte por la luminaria irremediable de tus manos? ¡Adivinar los signos con los ojos es la peor forma de irse de este mundo!
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VII
Te quise como eras y edifiqué mi vida con tus éxitos y temores. Me cincelé tu mirada -la única esperanza de mi jungla- como un ramo de violetas. Nunca te pregunté quién fuiste. Ahora, sin embargo, todo es más sencillo: Tu ausencia me convierte en la férvida piel de amor más triste de la noche, habitada de penumbras.
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Mar 20/07/2005
Me alegro por este rescate, MAR. Es un Tesoro de joyas liricas que he disfrutado. Un abrazo, ERA
Formidable, sensible, expansivo. Aplausos querida Mar, tus letras se me impnoen bellas, cada día más... Un gran beso y abrazo
Mitsy
Agradezco mucho tus palabras, efusivas y vehementes jajaja. Creo que me valoras en exceso pero me alegra que disfrutes con estas cosas que escribo.
Un beso grande, Mitsy.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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Marisa Peral escribió:
Rescatado del foro de prosa poética.
HABITADA DE PENUMBRAS
I
La distancia ha borrado las grafías de mis manos y te pierdes, como el humo de las hogueras, sin planos que te orienten. Jamás entregaré mis sueños al canto de los pájaros, ni mi vida a un hombre-árbol que me atrape entre sus encorvadas ramas. Quiero amanecer cubierta del azul añil de las noches en las que te leía el corazón. Esperaré bajo los tragaluces del tejado como una alondra mutilada.
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II
Amaba los retratos antiguos... y las calandrias que cantaban en el patio de la Capilla. Pero no los recuerdos moribundos de los molinos desmantelados, ni los ojos exasperados que -con el fin de poblar las sombras- lisonjeaban sonrisas.
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III
Me niego a evaporarme en los ignorados litorales del olvido. Si no estuviera tan llena de misterios, tan herida, te musitaría en el rumor de las escarchas y encendería los candiles del sendero. Pero ya no platico para nadie. Como noches imprevistas las azucenas degeneran en esta pesadilla. Tratan de transcribir el intangible enigma de sus días, los recuerdos inexorables de su vida. Es como el último redivivo de un cataclismo. Por eso le beso las mejillas.
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IV
No atiende. Cuando sus manos se colman de magnolias las siemprevivas invaden sus ojos de asperezas y las cigarras anegan su ventana con chismes y centellas. Recuerda el nombre de su perro y los motes de sus vecinos como sombras aturdidas en la tarde. El sibilino polvillo de la muerte -telaraña espectral de la nada- espía pesadamente. A veces sólo respira. Por eso la quiero como nunca.
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V
Indagaré, como el sol, por todas las rendijas de la casa. Discutiré con las plantas y con la sórdida tristeza de los espejos que me miran desde las ruinas de los días. Te hablo ahora desde la evocación de los desesperados nómadas de la calma. No es para afianzar tus ojos en mi pecho, ni para colmar de besos tu rostro anaranjado, sino para encender tu vida. Como una ternura ascendiendo.
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VI
Amé en ti tus recuerdos: Leyendas de los duendes perdiéndose en el tiempo como mariposas. ¡El sol crece, como un núcleo, en el abatido monedero de mi pecho! Después de vivir como los fantasmas te sientas a dar tiempo al tiempo y esperas la muerte en la ruinosa techumbre de tu vereda tarareando canciones a punto de apagarse. ¿Qué dirás cuando alguien te pregunte por la luminaria irremediable de tus manos? ¡Adivinar los signos con los ojos es la peor forma de irse de este mundo!
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VII
Te quise como eras y edifiqué mi vida con tus éxitos y temores. Me cincelé tu mirada -la única esperanza de mi jungla- como un ramo de violetas. Nunca te pregunté quién fuiste. Ahora, sin embargo, todo es más sencillo: Tu ausencia me convierte en la férvida piel de amor más triste de la noche, habitada de penumbras.
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Mar 20/07/2005
Me alegro por este rescate, MAR. Es un Tesoro de joyas liricas que he disfrutado. Un abrazo, ERA
Roxane, mi retraso en la respuesta me da la oportunidad de reflotar esta prosa poética, por lo que mi agradecimento es doble, querida amiga y compañera.
Me alegro de que te gustase en su día.
Un abrazo grande.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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Impresionante prosa poética, Marisa. Hay una belleza perenne en las imágenes, en cada trazo hay un tacto exquisito de bien decir. Ha sido toda una gozada leer esta maravillosa propuesta.
Mi felicitación.
Un abrazo.
"¿Dices
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
Poesía de altura en estas breves prosas.
Llenas de trazo y delicadeza, y subliminales sugerencias, hasta rendirse a la nostalgia.
Te felicito, compañera!
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones!
Ramón Castro Méndez escribió:
Impresionante prosa poética, Marisa. Hay una belleza perenne en las imágenes, en cada trazo hay un tacto exquisito de bien decir. Ha sido toda una gozada leer esta maravillosa propuesta.
Mi felicitación.
Un abrazo.
No sabes cuánto me alegran tus palabras, Ramón.
Gracias por tan generoso comentario y un fuerte abrazo.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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Ricardo López Castro escribió:
Poesía de altura en estas breves prosas.
Llenas de trazo y delicadeza, y subliminales sugerencias, hasta rendirse a la nostalgia.
Te felicito, compañera!
Te mando un abrazo fuerte, con mis mejores deseos y bendiciones!
Gracias por tu generosa valoración Ricardo, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
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Marisa Peral Sánchez
¡Nunca te dejes poner
el tornillo que te falta.
Corre y se feliz!
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