El arranque del poema es contundente, definitivo, para darle al humano la dimensión del amor en los versos de cierre, con la incertidumbre y lo efímero de las huellas de la vida en las arenas del tiempo. Abrazo.Carmen Pla escribió:Ningún hombre es dios.
Duele el sabor íntimo tan callado
mientras el mundo gira entre penachos
de humo, sin saber la raíz
que acaricia en su naturaleza
un rostro.
Cada uno nace en un anhelo
de otro principio, en otros labios
cobardes que dejan de respirar
de aire y polvo.
Como el trueno lejano
de un silbido dulce
en el veneno de la añoranza.
Como un milagro turgente
de crujidos y borboteos
sobre la arena al pisar.
Y no eres dios con la mirada fija
en los ojos.
Eres la fogata del turbio embrujo
que me vuelve a conquistar.
Salud.