Celos tardíos.

[Alberto Madariaga]

¡Qué pereza!
¡Qué jodido!
Justo ahora pensarte como nunca:
como la libre hembra de una noche,
como el beso que se escabulle,
la caricia que llega al umbral lejano.

Mira que...
No. Mejor no.
Es quebrarme un suspiro
por un pensamiento infame,
desfasado en el agua,
lejano y sediento entre los matorrales.

¡Ay amor mío!
¡Qué difícil mirarte
como si fuera un topo
que olfatea tu imagen,
que se revela al hambre de tu cuerpo!

Y sin embargo...
Sí... Muy a pesar nuestro.

Porque hay lugares que aún te delatan
y fuerzas negras, que siempre te esconden.

Alberto Madariaga
(2018).

[Guillermo Cumar.]

El sí y el no van rondando el poema y girando a merced de tu ánimo dudoso. El frontispicio del amor tira hacia atrás y hacia adelante
según su propia fuerza o la devolución de lo sentido.

Un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

Qué extraordinario poema, Alberto; este y tu anterior trabajo publicado en Alaire me han impresionado mucho; firmes, inapelables, humanos, muy brillantes.
Celos tardíos juega con escenarios vulnerables, con imágenes que rasgan la dermis y mueven el panorama del lector. Tan íntimo, tan universal, tan hermoso.

Aplausos con fervor, amigo poeta. Gracias por compartir.

[E. R. Aristy]

¡Qué pereza!
¡Qué jodido!
Justo ahora pensarte como nunca:
como la libre hembra de una noche,
como el beso que se escabulle,
la caricia que llega al umbral lejano.

Mira que...
No. Mejor no.
Es quebrarme suspiro
por un pensamiento infame,
desfasado en el agua,
lejano y sediento entre los matorrales.

¡Ay amor mío!
¡Qué difícil mirarte
como si fuera un topo
que olfatea tu imagen,
que se revela al hambre de tu cuerpo!

Y sin embargo...
Sí... Muy a pesar nuestro.

Porque hay lugares que aún te delatan
y fuerzas negras, que siempre te esconden.

Alberto Madariaga
(2018).

Hermoso poema, Alberto. Una atracción fascinante. ERA

[Carmen Parra.]

Me encantó el poema Alberto, juegas con las imágenes, con las palabras...me ha fascinado
Un abrazo
Carmen