Derribando el miedo

[Pilar Morte]

Un gran poema, Pilar
un abrazo

Gracias. Enrique. Por dejar tu amable pañlabra.
Bessós
Pilar

[Ignacio Mincholed]

Muy bien este poema, Pilar, muy bien. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

[Pilar Morte]

Recapitulación de la amargura de lo vivido, Para cerrar al final con unos magníficos versos que expresan esperanza, y confianza, predisposición para la vida.

Hoy las aguas son calmas,
acarician la arena donde descansan las promesas
y yo, que todavía no levanté en vertical,
recargo la ternura en los rostros
que extienden la sonrisa hasta mi alma.

Todo un placer de lectura, Pilariña.

Un bico.

Es imprescindible para esta vida terminar con esperanza. Graciad, amigo. por estar.
Besos. Pilar6

[Cecilia Martos]

Hoy, no rocías los músculos
con tu saliva de león rugiente.

Al volver la esquina,
el amparo prendió las vísceras
y las sujetó a la luz de la tarde
dejando una estela
por la que caminar descalza,
(ya el miedo olvidado).

Vienes, y no siento tu canto negro de codicia,
resucitada en el viento,
(aluvión de destinos
en el que atraca el barco lleno de espejos.

Me miras y no reconoces la voz
que salvó del naufragio el hilo que la ató al mundo.

¿Ves cómo llueve sobre la quebrada
dónde colgaba la tristeza
y se rompe la sirga que amarraba
las velas al mar?
No hice nada, lo hicieron por mí
la fuerza, el agua de las abluciones,
las manos que frenaron los pies
para que no cayera en el destino de los muertos.

Hoy las aguas son calmas,
acarician la arena donde descansan las promesas
y yo, que todavía no levanté en vertical,
recargo la ternura en los rostros
que extienden la sonrisa hasta mi alma.

Tus versos llegan con esa dulce melancolía de lo pasado y cierras con broche de oro, precioso y profundo poema, lo he disfrutado de principio a fin, un fuerte abrazo querida Pilar.

Cecilia

[Felipe Fuentes García]

Hoy, no rocías los músculos
con tu saliva de león rugiente.

Al volver la esquina,
el amparo prendió las vísceras
y las sujetó a la luz de la tarde
dejando una estela
por la que caminar descalza,
(ya el miedo olvidado).

Vienes, y no siento tu canto negro de codicia,
resucitada en el viento,
(aluvión de destinos
en el que atraca el barco lleno de espejos.

Me miras y no reconoces la voz
que salvó del naufragio el hilo que la ató al mundo.

¿Ves cómo llueve sobre la quebrada
dónde colgaba la tristeza
y se rompe la sirga que amarraba
las velas al mar?
No hice nada, lo hicieron por mí
la fuerza, el agua de las abluciones,
las manos que frenaron los pies
para que no cayera en el destino de los muertos.

Hoy las aguas son calmas,
acarician la arena donde descansan las promesas
y yo, que todavía no levanté en vertical,
recargo la ternura en los rostros
que extienden la sonrisa hasta mi alma.

Excelente poema, Pilar. Lo he leído con fruición.

Recibe un abrazo con mi aplauso.
Felipe.

[Pablo Ibáñez]

Pilar,

me gusta mucho. Me gustan esos vocablos tan evocadores que utilizas (quebrada, sirga...). Me gustan las metáforas, con riesgo y a la vez asentibles, muy completas, muy sonoras

...aluvión de destinos en el que atraca el barco lleno de espejos.

Me gusta siempre la manera cómo te plantas ante el poema: con ambición y humildad, con credibilidad siempre.

Un abrazo, querida amiga.

[Pilar Morte]

Hoy, no rocías los músculos
con tu saliva de león rugiente.

Al volver la esquina,
el amparo prendió las vísceras
y las sujetó a la luz de la tarde
dejando una estela
por la que caminar descalza,
(ya el miedo olvidado).

Vienes, y no siento tu canto negro de codicia,
resucitada en el viento,
(aluvión de destinos
en el que atraca el barco lleno de espejos.

Me miras y no reconoces la voz
que salvó del naufragio el hilo que la ató al mundo.

¿Ves cómo llueve sobre la quebrada
dónde colgaba la tristeza
y se rompe la sirga que amarraba
las velas al mar?
No hice nada, lo hicieron por mí
la fuerza, el agua de las abluciones,
las manos que frenaron los pies
para que no cayera en el destino de los muertos.

Hoy las aguas son calmas,
acarician la arena donde descansan las promesas
y yo, que todavía no levanté en vertical,
recargo la ternura en los rostros
que extienden la sonrisa hasta mi alma.

"Me miras y no reconoces la voz
que salvó del naufragio el hilo que la ató al mundo."

Esos versos son geniales y el cierre una delicia.
Un placer de lectura, Pilar,un abrazo y feliz fin de semana.

Me alegra lo que me dices y te lo agradezco
Besos
Pilar

[Josefa A. Sánchez]

Hay una gran fuerza transmisora en tus versos. Siempre es una buena experiencia leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Pilar Morte]

Hoy, no rocías los músculos
con tu saliva de león rugiente.

Al volver la esquina,
el amparo prendió las vísceras
y las sujetó a la luz de la tarde
dejando una estela
por la que caminar descalza,
(ya el miedo olvidado).

Vienes, y no siento tu canto negro de codicia,
resucitada en el viento,
(aluvión de destinos
en el que atraca el barco lleno de espejos.

Me miras y no reconoces la voz
que salvó del naufragio el hilo que la ató al mundo.

¿Ves cómo llueve sobre la quebrada
dónde colgaba la tristeza
y se rompe la sirga que amarraba
las velas al mar?
No hice nada, lo hicieron por mí
la fuerza, el agua de las abluciones,
las manos que frenaron los pies
para que no cayera en el destino de los muertos.

Hoy las aguas son calmas,
acarician la arena donde descansan las promesas
y yo, que todavía no levanté en vertical,
recargo la ternura en los rostros
que extienden la sonrisa hasta mi alma.

Vences, la ternura es un poder entre poderes. Maravilloso poema, Pilar. Abrazos, ERA

Gracias, querida amiga, por tus gratas y generosas palabras.
Besos. Pilar

[Pilar Morte]

Tu buena poesía es indudable, querida Pilar. Un trabajo firme, brillante y muy hermoso.

Felicitaciones sinceras y un beso grande.

Gracias , querida amiga, por tus palabras tan generosas y gratificantes.
Abrazos
PIlar

[Guillermo Cumar.]

la lírica estupenda recoge los designios poéticos que tu íntima solvencia escribe y siente.

Un abrazo

[Carmen Pla]

Bello poema, Pilar.
El fondo, su significado, para mí, excelentemente trazado.
Un placer de lectura.
Besos