La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Carlos Justino Caballero escribió:Hallie Hernández Alfaro, Maravilloso poema en justicia laureado. Mis congratulaciones, estimada Hallie
Muchísimas gracias, amigo, por el detalle y la generosidad de tus palabras. Una alegría enorme tenerte de nuevo con nosotros.
Salud y felicidad.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Rosa Marzal escribió:Vuelvo a subir este bellísimo poema.
Mil gracias por el hermoso detalle, querida Rosa.
Abrazos.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Hallie Hernández Alfaro escribió:No existes. La lucernaria morada mece la cuna y calla;
levitas en un trampolín de fragancias,
suaves, ignotas, como la espalda de una virgen.
Vuelas y sanas con el trémulo canto de Manhattan;
espiga, oro, ligadura, ángel; todo en tí, corazón de almendra.
Duele el aire pastoso de las encinas.
No existes. Una marea ciega colma la inquieta soledad;
los parajes del estio retractan su augurio,
despiden el feroz pulso de las mañanas.
Lloras la tarde de nonino, sus brazos antiguos,
la melodía concibe un ataúd de flores blandas;
inevitable el misterio en las espinas del retorno.
No existes. Quedan las estelas vivas y juradas,
el ocaso de los amantes, su tedio incorregible;
la voz nocturna de los genios que viven en tu garganta.
No existes, olvido.
Sólo eres fuga que lidia con los aros del ensueño.
Hallie, 2012
Inspirado en la pieza instrumental Oblivion de Astor Piazzolla.
"Era un barrio violento, porque existía hambre y bronca. Crecí viendo todo eso. Pandillas que peleaban entre sí, robos y muertes todos los días. De todas maneras, la calle Ocho, Nueva York, Elia Kazan, Al Jolson, Gershwin, Sophie Taulker cantando en el Orpheum, un bar que estaba en la esquina de casa... Todo eso, más la violencia, más esa cosa emocionante que tiene Nueva York, está en mi música, están en mi vida, en mi conducta, en mis relaciones."
Astor Piazzolla
Me alegra encontrar hoy tu esplendoroso poema, Hallie. Su momento es eterno, así que hoy tu poema es la misma asombrosa presencia. Mi admiración y respetos, poeta. Abrazos, ERA
Hallie Hernández Alfaro escribió:No existes. La lucernaria morada mece la cuna y calla;
levitas en un trampolín de fragancias,
suaves, ignotas, como la espalda de una virgen.
Vuelas y sanas con el trémulo canto de Manhattan;
espiga, oro, ligadura, ángel; todo en tí, corazón de almendra.
Duele el aire pastoso de las encinas.
No existes. Una marea ciega colma la inquieta soledad;
los parajes del estio retractan su augurio,
despiden el feroz pulso de las mañanas.
Lloras la tarde de nonino, sus brazos antiguos,
la melodía concibe un ataúd de flores blandas;
inevitable el misterio en las espinas del retorno.
No existes. Quedan las estelas vivas y juradas,
el ocaso de los amantes, su tedio incorregible;
la voz nocturna de los genios que viven en tu garganta.
No existes, olvido.
Sólo eres fuga que lidia con los aros del ensueño.
Hallie, 2012
Inspirado en la pieza instrumental Oblivion de Astor Piazzolla.
"Era un barrio violento, porque existía hambre y bronca. Crecí viendo todo eso. Pandillas que peleaban entre sí, robos y muertes todos los días. De todas maneras, la calle Ocho, Nueva York, Elia Kazan, Al Jolson, Gershwin, Sophie Taulker cantando en el Orpheum, un bar que estaba en la esquina de casa... Todo eso, más la violencia, más esa cosa emocionante que tiene Nueva York, está en mi música, están en mi vida, en mi conducta, en mis relaciones."
Queridísimos amigos: me siento profundamente agradecida por vuestros comentarios y elogios; sois muy generosos con mis cosas. Cada reflejo vuestro constituye una importantísima pieza, en la caja de mis tesoros.
Abrazos y felicidad.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"