
Sueño con una pequeña hortaliza,
y un gato atigrado,
con no dormir hasta completar mi tarea,
y con dormir por tres días
y resucitar en la Gloria de quien cabalmente
decide abrazar lo imposible,
para ese propósito, aún ahora que me he convertido en ama de leite
de mis nietecitos, oro por salud para mis hijos.
La Poesía y los valores artificiales que le han atribuido,
no me interesa más que para distinguir a La Poesía que se cultiva
en la lucha interna del ser, sin importar el grado o no de «cultura».
Es todo lo que quiero en mi rato libre, componer creativamente sobre este,
como dicen en inglés: big bang, big mess.
I
Es la hora de vela que borra parte del misterio,
abro su contour sugestivo sin perfume,
respiro hondo, el afán difumina,
estrujo, como solía hacer en aquellos apagones
pubescentes,
su cera caliente entre el pulgar y el índice,
sello el ardor de mis ojos,
el ajado antifaz color de ciruela
lo llevan, goteando almíbar,
una procesión de poderosas hormigas.
Es la hora que alumbra el perfil del misterio,
un espacio encendido con flores de mantequilla,
como aquél jardín que veía de lejos,
y que me daba náusea su perfume.
La parte oscura me retiene a ciegas,
un caso cerrado a la locura,
mi lupa quema el documento
que atestigua la lucidez de las almas,
otium viene coronado de uvas,
prendas holgadas,
descalzo, sin premura,
dueño de su luz y su oscuridad.
E. R. Aristy
"OCIO QUE MERECE LA PENA, OCIO DIGNO:
Cicerón habla de sí mismo, con la expresión otium cum dignitate, ese tiempo dedicado a actividades preferidas. Cicerón vio claro que su tiempo libre era un tiempo para dedicarse a la escritura. Cicerón define otium como ocio, evitando la participación activa en la política y más adelante lo define como un estado de seguridad y paz (pax) - un tipo de "salud pública".[
6
] A menudo es asociado con "tranquilidad". Cicerón aconseja en su tercer libro Sobre los deberes, que cuando la vida en la ciudad se convierta en frustante, hay que irse al campo, por placer.[
7
] El término otium cum dignitate en Pro Sestio de Cicerón es en el sentido de paz (pax) para todos, sin distinción alguna: Cicerón en Pro Sestio, XLV., 98
"Id quod est praestantissimum, maximeque optabile omnibus sanis et bonis et beatis, cum dignitate otium.
Lo que está en primer lugar y es lo más deseado por todos los hombres felices, honestos y saludables de mente, es facilidad con dignidad."