Ante mi fotografía

[Francisco López Delgado]

Ante mi fotografía.
____________________

Ante mi fotografía,
mi alma se cubrió de hielo,
Oh,
ante aquella foto antigua
me derrumbé por completo:
la gota más amarga
de mi llanto cayó sobre
mi rostro.

Por Dios,
me dije al verme junto
a mi esposa y mis hijos
sonriendo…
y aquel florero blanco
lleno de claveles rojos.

La daga del recuerdo
se clavó en mi pecho
y mis sienes retumbaron.

Cerré mis ojos
y me hundí en la poza
del silencio…

Y después,
me fui hasta el balcón
que me sirve de apoyo
en mis ratos de tristeza,
y me agarré con fuerza
a su barandal mientras
miraba el horizonte
y me fumaba un cigarro.

Mi pensamiento,
era una escalera larga
que descendía hasta
lo más hondo de mi ser,
allí donde mi nostalgia
yace junto a las raíces
de mis remordimientos
y mis frustraciones…

¡A lo lejos se oía
una canción de Chavela
Vargas...!

¡Tan sólo una paloma
se fijó en la longitud
de mi mirada…
sólo la tristeza
y el pellizco del dolor
me acompañaban!

Tragué saliva y pronuncié
su Santo Nombre…

¡Y el sol, dibujó sobre
mi frente
caricias de algodón
y arreboles de esperanza!
______________________

Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

[Óscar Distéfano]

Un hermoso poema descriptivo, confesional, a modo de un relato autobiográfico. Yo, lector, me he prendido a la historia de la interioridad bien ahondada, y a esa esperanza hacia lo positivo con que el poema concluye. Albricias.

Un abrazo onomatopéyico.
Óscar

[Francisco López Delgado]

Gracias Óscar. Te echaba a faltar. Tus bellas palabras me reconfortan en esta mañana fría de enero. Abrazos.

[Hallie Hernández Alfaro]

A mi también me ha parecido muy hermoso, Francisco. Una imagen puede llevarnos o traernos a lugares donde la nostalgia es fiel anfitriona. Muy dulce y expresivo.

Abrazo y gracias por compartir.

[E. R. Aristy]

Ante mi fotografía.
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Ante mi fotografía,
mi alma se cubrió de hielo,
Oh,
ante aquella foto antigua
me derrumbé por completo:
la gota más amarga
de mi llanto cayó sobre
mi rostro.

Por Dios,
me dije al verme junto
a mi esposa y mis hijos
sonriendo…
y aquel florero blanco
lleno de claveles rojos.

La daga del recuerdo
se clavó en mi pecho
y mis sienes retumbaron.

Cerré mis ojos
y me hundí en la poza
del silencio…

Y después,
me fui hasta el balcón
que me sirve de apoyo
en mis ratos de tristeza,
y me agarré con fuerza
a su barandal mientras
miraba el horizonte
y me fumaba un cigarro.

Mi pensamiento,
era una escalera larga
que descendía hasta
lo más hondo de mi ser,
allí donde mi nostalgia
yace junto a las raíces
de mis remordimientos
y mis frustraciones…

¡A lo lejos se oía
una canción de Chavela
Vargas...!

¡Tan sólo una paloma
se fijó en la longitud
de mi mirada…
sólo la tristeza
y el pellizco del dolor
me acompañaban!

Tragué saliva y pronuncié
su Santo Nombre…

¡Y el sol, dibujó sobre
mi frente
caricias de algodón
y arreboles de esperanza!
______________________

Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

Conmovedor y bello poema, Francisco
Vamos cambiando de imagen, algunos seres queridos se han ido
Y aunque lo sabemos, in dia una foto del pasado preservado nos recrea el vivido Ayer. Es un poema que pinta la estampa del hombre absorto u atravesado de tiempos, en un balcon se agarra de lo inasible u lo consigue, consigue sentir la caricia del amor impercedero, consigue trascender toda imagen. Adentra a una comunion espiritual. Me maravillas, poeta! ERA

[Francisco López Delgado]

A mi también me ha parecido muy hermoso, Francisco. Una imagen puede llevarnos o traernos a lugares donde la nostalgia es fiel anfitriona. Muy dulce y expresivo.

Abrazo y gracias por compartir.

Muchas gracias Hallie. Abrazos y ¡feliz domingo!

[Francisco López Delgado]

Ante mi fotografía.
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Ante mi fotografía,
mi alma se cubrió de hielo,
Oh,
ante aquella foto antigua
me derrumbé por completo:
la gota más amarga
de mi llanto cayó sobre
mi rostro.

Por Dios,
me dije al verme junto
a mi esposa y mis hijos
sonriendo…
y aquel florero blanco
lleno de claveles rojos.

La daga del recuerdo
se clavó en mi pecho
y mis sienes retumbaron.

Cerré mis ojos
y me hundí en la poza
del silencio…

Y después,
me fui hasta el balcón
que me sirve de apoyo
en mis ratos de tristeza,
y me agarré con fuerza
a su barandal mientras
miraba el horizonte
y me fumaba un cigarro.

Mi pensamiento,
era una escalera larga
que descendía hasta
lo más hondo de mi ser,
allí donde mi nostalgia
yace junto a las raíces
de mis remordimientos
y mis frustraciones…

¡A lo lejos se oía
una canción de Chavela
Vargas...!

¡Tan sólo una paloma
se fijó en la longitud
de mi mirada…
sólo la tristeza
y el pellizco del dolor
me acompañaban!

Tragué saliva y pronuncié
su Santo Nombre…

¡Y el sol, dibujó sobre
mi frente
caricias de algodón
y arreboles de esperanza!
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Autor: Francisco López Delgado.
Derechos reservados.

Conmovedor y bello poema, Francisco
Vamos cambiando de imagen, algunos seres queridos se han ido
Y aunque lo sabemos, in dia una foto del pasado preservado nos recrea el vivido Ayer. Es un poema que pinta la estampa del hombre absorto u atravesado de tiempos, en un balcon se agarra de lo inasible u lo consigue, consigue sentir la caricia del amor impercedero, consigue trascender toda imagen. Adentra a una comunion espiritual. Me maravillas, poeta! ERA

Era, tú sí que me maravillas por escribir y ser como eres... y por tu amable y elocuente opinión en tus comentarios. Gracias, una vez más, por leer mis poemas. ¡Feliz domingo!

[Guillermo Cumar.]

Caricias de algodón y arreboles de esperanza. Un exquisito final que se alza con el bagaje de toda una vida que da satisfación.
y un recuerdo muy agradecido.

Mi abrazo y mi enhorabuena.

[Francisco López Delgado]

Gracias Guillermo. Abrazos.

[Rafael Valdemar]

Con aire místico llega el mensaje de este interesante poema que nos dejas Francisco. Me gustó y disfruté leyendo

saludos

rafael

[Francisco López Delgado]

Muchas gracias Rafael. Abrazos.