Café y violín

[Ignacio Mincholed]

En cualquier caso trasmites visiones serenas que aprecio. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

[Alonso Vicent]

La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.

Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.

Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.

Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.

Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.

Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.

Qué entrañable es la música de violín; y con un café y la soledad que nos acompaña, puede desnudarnos hasta el alma.
Un muy buen momento de lectura y una petición llena de sentidos.
Un poético abrazo Pilar.

[Pilar Morte]

Precioso poema, Pilar. Escribes estupendamente. Un abrazo.

Que me digas eso me llena de alegría, tú, que eres un lujo de alaire. Gracias.
Besos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Yo te invito al café y llamo con ahínco al fervor de los violinistas para al menos uno se te pongo a dar favor y gusto a
tu razón, alma y oídos.
Poco pides para lo bien que inspiras.

Un abrazo

Pues te tomo la palabra y me uno al café y los violines. Gracias, amigo, por venir
Besos
Pilar

[José Manuel F. Febles]

"Pilar Morte"]La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.

Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.

Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.

Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.

Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.

Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.



Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.

Esta estrofa, entre todas, me ha sobresaltado por su similitud con mi sentir, la eufonía, la sencillez con que te pronuncias en cada una de ellas, de todas, es suficiente para resaltar la lírica que brota en cada verso de tus poemas, aunque hablo de este. Es un placer leer tu obra, que ha ido in crecendo sin freno alguno. Va mis más sinceras felicitaciones, querida compañera de versos, en un fraternal abrazo, por este y todos tus trabajos a lo largo del año que finalizamos. Con los tuyos, feliz Navidad, felices fiestas.

José Manuel F. Febles, desde la soledad de mi isla

[Marisa Peral]

Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.

Hermosísimo final para un poema bellísimo y ¿qué mejor que un café y un violín para acompañar esa soledad?
Es un lujo leerte, querida amiga.
Un beso.

[Hallie Hernández Alfaro]

Bellísimo, querida Pilar; creí que había enviado ayer mi comentario a tu poema, pero ahora revisando, veo que efectivamente no lo llegué a enviar.

Un orgullo disfrutar tu poética en Alaire.

Abrazos.

[C.P. Fernández]

Muy hermoso y delicado poema, Pilar.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Precioso, Pilar, cada vez escribes con más suavidad y lirismo y a mí me gusta.

Enhorabuena
Un beso
Ana

Gracias, Ana, por tu cercanía a estos sencillos versos. Abrazos
Pilar

[E. R. Aristy]

La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.

Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.

Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.

Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.

Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.

Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.

Oigo esa música sideral en tus astros, en tus espacios, en tu bella mente, Pilar. Me conmueve el entorno que planteas, el zumbido que acaricia a tus esplendorosas imágenes. Abrazos, ERA

[Pilar Morte]

Pareces que esté viendo esa escena tan hermosamente puntualizada en tus versos. Sabes transmitir la emoción del instante en unos versos delicados, hondos, sentidos.
Un abrazo muy grande.

Gracias, querido amigo, por acompañar estos versos con tu apreciada palabra
Besos
Pilar

[Pilar Morte]

La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.

Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.

Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.

Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.

Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.

Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.

Siempre es placentero visitarte, Pilar! Bello!

Gracias, Carlos por visitar estos versos y dejar tu amable palabra
Besos
Pilar