Duerme, Dmitri

[E. R. Aristy]

Duerme, Dmitri.

Conocí a Dmitri Hvorostovsky minutos después de su muerte.
La tómbola daba vueltas, entre el murmullo se levantaba el canto de números;
55b, 32i, 67n, 29g, 71o. En un hipnótico compás se declaraba todo tipo de suertes.

Duerme, Dmitri, que las horas siguen latiendo su errabundo sentir. Me punza la cadera derecha y lo desestimo como un desgaste común, a lo lejos, la cinta encendida del tráfico en la víspera de Thanksgiving pinta los silencios con que sus pasajeros se van a encontrar en el comensal tan querido, tan deseado en el fondo del color ajenjo y sutil.

E. R. A.

[Ramón Carballal]

Original e interesante poema nos dejas. Abrazos.

[Ramón Castro Méndez]

Duerme, Dmitri.

Conocí a Dmitri Hvorostovsky minutos después de su muerte.
La tómbola daba vueltas, entre el murmullo se levantaba el canto de números;
55b, 32i, 67n, 29g, 71o. En un hipnótico compas se declaraba todo tipo de suertes.

Duerme, Dmitri, que Las horas siguen latiendo su errabundo sentir. Me punza la cadera derecha y lo desestimo como un desgaste común, a lo lejos, la cinta encendida del tráfico en la víspera de Thanksgiving pinta los silencios con que sus pasajeros se van a encontrar en el comensal tan querido, tan deseado en el fondo del color ajenjo y sutil.

E. R. A.

Me ha encantado conocer a Dmitri Hvorostovsky y acompasarme al latir de esas horas en su errabundo sentir. Una delicatessen esta pequeña historia en vísperas del Thanksgiving. Enigmática, pero empapa y, lógicamente, cala.

Un placer pasar por tus letras.

Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Me ha gustado muchísimo este homenaje in memoriam, querida Era. Muy bien plasmado con tu voz única y valiente.

Abrazos.

[jose manuel saiz]

Explorando fórmulas y espacios... Pero dejando siempre tu impronta: un estilo propio, personal... y versos inteligentes.
Un abrazo ERA
J. Manuel

[Guillermo Cumar.]

Duerme, Dmitri.

Conocí a Dmitri Hvorostovsky minutos después de su muerte.
La tómbola daba vueltas, entre el murmullo se levantaba el canto de números;
55b, 32i, 67n, 29g, 71o. En un hipnótico compas se declaraba todo tipo de suertes.

Duerme, Dmitri, que Las horas siguen latiendo su errabundo sentir. Me punza la cadera derecha y lo desestimo como un desgaste común, a lo lejos, la cinta encendida del tráfico en la víspera de Thanksgiving pinta los silencios con que sus pasajeros se van a encontrar en el comensal tan querido, tan deseado en el fondo del color ajenjo y sutil.

E. R. A.

Qué poético sentir que atrae sin más desquicio ni desgaste un trozo de silencio que va tras de la suerte por si toca vivir tras de la muerte.
Un abrazo

[Julio Gonzalez Alonso]

Un homenaje admirable, ERA. El conocimiento nos hace grandes y humanos. Un abrazo.
Salud.

[Francisco López Delgado]

Con pocos versos, me has hecho sentir una emoción muy profunda: la fugacidad de la vida tendida sobre el asfalto iluminado de nuestra triste y fatua realidad. Tu poema es maravilloso. Abrazos..

[Pilar Morte]

Intentaré conocerlo. Ahora me acerco a él a través de tu palabra inteligente y bella
Abrazos
Pilar

[E. R. Aristy]

Original e interesante poema nos dejas. Abrazos.

Gracias Ramon, me alegra que estimes interesante y original a este poema. Un abrazo amigo poeta
ERA

[Ana Muela Sopeña]

Excelente y enigmático homenaje al barítono ruso.

Aplausos
Besos
Ana

[Rosa Marzal]

Fascinante homenaje, ERA. Un lujo detenerse en tu percepción sensible y en la magia de tu palabra.

Abrazos.

[Ventura Morón]

Tengo la sensación de sentir ese momento. Está capturado, congelado. La velocidad y la costumbre asaltan la fugacidad de lo trascendente, y lo llevan en este carruaje a la eternidad.
Hermoso dejarse llevar desde tu corazón a tus momentos Era, todo lo que tocas se convierte en valioso y único.
Beso grande y admiración siempre

[E. R. Aristy]

Duerme, Dmitri.

Conocí a Dmitri Hvorostovsky minutos después de su muerte.
La tómbola daba vueltas, entre el murmullo se levantaba el canto de números;
55b, 32i, 67n, 29g, 71o. En un hipnótico compas se declaraba todo tipo de suertes.

Duerme, Dmitri, que Las horas siguen latiendo su errabundo sentir. Me punza la cadera derecha y lo desestimo como un desgaste común, a lo lejos, la cinta encendida del tráfico en la víspera de Thanksgiving pinta los silencios con que sus pasajeros se van a encontrar en el comensal tan querido, tan deseado en el fondo del color ajenjo y sutil.

E. R. A.

Me ha encantado conocer a Dmitri Hvorostovsky y acompasarme al latir de esas horas en su errabundo sentir. Una delicatessen esta pequeña historia en vísperas del Thanksgiving. Enigmática, pero empapa y, lógicamente, cala.

Un placer pasar por tus letras.

Un abrazo.

Ramon, de la abundancia de belleza, habla tu Corazon. Gracias, abrazos, ERA

[E. R. Aristy]

Me ha gustado muchísimo este homenaje in memoriam, querida Era. Muy bien plasmado con tu voz única y valiente.

Abrazos.

Abrazos querida Hallie, muy agradecida. ERA