Pilar Morte escribió:Monté en el tren rezando el padrenuestro,
y recogí en sus coches
migajas del mundo, sabores
que sabían a cúrcuma y jengibre.
Y no diferencié:
a dios y al cosmos,
hombre o mujer,
mar o pinar
encina o animal.
Amor con sexo o sin él.
Todo se licuaba en la copa del universo.
Hablaba a solas.
Mis ideas son frágiles, me dije,
sueñan en el lecho del aire,
las tumba el viento del norte
y se diluyen en la incertidumbre
con el peso de mi mente.
Vuelan sobre el placer
durante el tiempo de las aves;
pero saben que los relojes se paran,
que la libertad es para el que siembra
sobre las ruinas de su vuelo.
Un día escribí un libro
que encuaderné de terciopelo color del silencio.
En la última página subrayé:
¿por qué no se ama?
Uno de los poemas más bellos y completos que he leído en mi vida. ERA