La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Jerónimo Muñoz escribió:Íntima y lírica meditación sobre una pasión juvenil que se va transformando en puro amor.
Considero muy difícil llevar al papel un sentimiento tan sutil como este que expresas. Tú lo consigues plenamente sin recurrir a simbologías extrañas, ateniéndote solo a la palabra explícita que, magistralmente trazada, logra transmitir una emoción tan exquisita en su pureza y tan honda en la realidad.
Magnífico poema, Óscar.
Abrazos.
Jerónimo
Gracias, compañero, por tus amables palabras. Es para mí una gran alegría que estés presente en este post.
Un gran abrazo.
Óscar
La poesía es la única soga de la cual dispongo siempre que caigo en el pozo del todo sin sentido.
Estoy sobrecogido. Has dejado impreso de manera precisa el avance de los años, las ganas que circulan como en una noria en la que se va sentado hace mucho. Esa precisión se va haciendo tangible en tus versos querido amigo. La intimidad se vuelve de una lucidez transparente, va vertiendo sus ojos en un cauce que asfixia por el estancamiento de la corriente. Y en ese lago helado, quieto, la luna brilla dura, como una perla afilada que hiriese al rozarla en las noches infinitas.
Tan hermoso el ritmo suave, ese decir quieto, que deja al camino sus luces.
Enhorabuena, un poema precioso Óscar
Has escrito un poema que impacta, Óscar, por la realidad que conlleva (tan habitual), pero pocas veces tratado con la sensibilidad y la transparencia con que tú lo haces. Pero te voy a ser sincero, encuentro mucho contraste entre muy buenos versos y otros que parecieran de adorno o relleno, lo cual bajo mi punto de vista le resta calidad al poema.
Te lo digo porque cuando leo un poema que verdaderamente merece la pena y hay algo que (siempre en mi opinión) se puede mejorar me gusta decirlo.
Personalmente a mí me gusta más de esta manera:
Vínculo fatigado
Hemos perdido la risa blanca de las paredes,
mientras el rayo de la luna
entra por la ventana
y en silencio se acuesta entre ambos.
Todas las noches la misma postura:
las piernas apretadas
buscándose entre sí,
y fríos los compases de los corazones.
Oigo voces en la cocina,
risas que cocinan brazo con brazo,
Ya no hay niños: crecieron, se marcharon,
están curtiendo sus rostros en el ciclo,
(a veces muy felices, a veces rutinarios,)
como antaño nosotros.
Más allá, en lo alto, lejanas, las estrellas,
indiferentes al enigma humano,
a la consternación de mi mirada,
a mi insomnio, lánguidas parpadean.
Me cansa el peso de tu muslo, me aprisiona.
Salgo con mis peores
presentimientos a borrar la noche.
No quiero ver tu cuerpo destapado:
son muchos los recuerdos que incitan al instinto.
Salgo al patio, camino, vuelvo, salgo.
Un río rojo, espeso, lento,
es mi sangre en el frío de estas horas.
Regreso al cuarto y salgo y vuelvo y amanezco
espalda contra espalda.
________________
(el verso que he puesto entre paréntesis creo que es mejorable)
En cualquier caso me parece un excelente trabajo. Mis sinceras felicitaciones amigo. Un gran abrazo.
La naturalidad de la expresión y el fondo de lo expresado, creo que fueron la causa de que me pareciera un soberbio poema.
Encantado de leerlo y releerlo... incluso uno llega a identificarse en ocasiones.
Un saludo señor Oscar.
Hemos perdido la risa blanca de las paredes,
mientras el rayo de la luna
entra por la ventana
y en silencio se acuesta entre ambos.
Todas las noches la misma postura:
las piernas apretadas
buscándose entre sí,
y fríos los compases de los corazones.
Oigo voces en la cocina,
risas que cocinan brazo con brazo,
y el gato que nos mira desde la terraza
pidiendo formar parte de la casa.
Ya no hay niños: crecieron, se marcharon,
están curtiendo sus rostros en el ciclo,
a veces muy felices, a veces rutinarios,
como antaño nosotros.
Más allá, en lo alto, lejanas, las estrellas,
indiferentes al enigma humano,
a la consternación de mi mirada,
a mi insomnio, lánguidas parpadean.
Me cansa el peso de tu muslo, me aprisiona.
Salgo con mis peores
presentimientos a borrar la noche.
No quiero ver tu cuerpo destapado:
son muchos los recuerdos que incitan al instinto.
Salgo al patio, camino, vuelvo, salgo.
Las flores trastornadas, en el jardín despiertan,
emanan sus esencias lúbricas.
Mis labios se resecan. Bebo un té de tilo.
Un río rojo, espeso, lento,
es mi sangre en el frío de estas horas.
Regreso al cuarto y salgo y vuelvo y amanezco
espalda contra espalda.
Lírico abrir el corazón para que miren... encantado de leerte, poeta! Un abrazo
Los detalles, las imágenes que caminan juntas hacen y dan al poema una calidad extraordinaria.
Me parece auténtico y de una realidad absoluta.
Un placer de lectura.
Un abrazo, Óscar.