El tacto del agua (L. XVII)
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Un gran abrazo amigo.
- Óscar Distéfano
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Escansión de versos.
Habría que aplaudir/7 la llamada del nudo/7
si la cuerda propone/7 ungir los labios y casar el agua,/11
la densidad que apunta cuanto dices/11
y el lazo sensorial en lo que callas. /11
Quién sabrá de tu mente/7 que no sea tu siervo,/7
capaz de seducir/7 un témpano cautivo,/7
el fuego ahora,/5 festín del agua en los sentidos,/9
preludio de calor/7 en la raíz de la memoria hielo,/11
y el nido de pavesas/7 que mutan su destino./7
Quisiera regalarte/7 un árbol de palabras,/7
mil hojas de las vísceras/7 que regresan a tiempo,/7
verdor del organismo inacabado,/11
evolutiva forma del amar./11 El pensamiento tú/7
que riega los ramales/7 de un bosque de sentidos./7
¿Sabes? no sé tocar,/7 nunca supe fundirme en otro tacto,/11
quizá deslizamientos breves,/9 mis dedos padecían/7 el mal de los ausentes. /7
Un reino en la unidad/7 que decide el solitario./8
Hoy, que presiento sedas,/7 querría que mis manos/7 ya no fuesen de mármol./7
El mensaje que prescribe este poema consiste en amar, entregarse a los estímulos que laten en el tacto. Aferrarse al amor, a los misterios ardorosos del amor.
Si tuviéramos que afirmar que este poema es diferente a los que rutinariamente leemos, tendríamos que destacar que ese tú femenino es universal y contiene su simbología personal; es decir, original. A veces habla como de forma paternalista, a veces como un profeta; y otras, como un verdadero amante. Y, además, señalemos su decantación por lo terrenal, su ausencia total de romanticismo, como si el amor se debiera tomar verdaderamente en serio, sin alucinaciones emocionales de ningún tipo.
En su verso final se aprecia todo un tratado del carpe diem, del deseo de gozar con el contacto, con el alma que transita lo transitorio, lo que segundo a segundo se esfuma de nuestras vidas.
Nadie poetiza de la nada, nadie poetiza solo; los poetas poetizan entre sí. Digo esto sólo por el hecho de que en este mismo foro podemos encontrar trabajos que semejan singularmente la estructura y el enfoque de este plausible poema. Pero, hacemos la salvedad de que en este trabajo no hemos detectado ninguna decoración. Todo lo que hemos leído fueron versos sustanciales, versos de un equilibrio perfecto en cuanto a la imaginería y la razón.
En cuanto a la forma, este interesante poema, de decididos tintes clásicos, no responde, sin embargo, a los ortodoxos cánones de la tradición. Encontramos estrofas con rimas y sin rimas. Encontramos una libertad renovadora en cuanto a la utilización de los entramados musicales del poema. Es como si el poeta, luego de arduos estudios y prácticas de las normas, encontrase su propia forma de utilización de los efectos sonoros en un poema. En el ritmo no existe cambio sustancial. Es imparisílabo, por más que algunos versos se excedan más allá de los alejandrinos. Algunos versos conforman yuxtaposiciones de dos o tres versos imparisílabos tradicionales; y, como el poeta defiende la teoría de que la coma corta la sinalefa, varios pasajes son construidos en base a este principio.
Luego de la escansión, que me ha brindado la grata confirmación del valor incalculable del poema imparisílabo, hallo una pequeña paja que me gustaría desterrar del conjunto. Se trata de ese trozo octosílabo que chirría en el verso, ya que ni siquiera se puede leer de corrido, porque no calza en este ritmo de ninguna manera. Es sólo mi criterio. Recalquemos que el ritmo de este poema está lleno de admirables matices.
Estoy contento de haber abordado este pequeño estudio, de haber vuelto a leer este poema, hecho que antes lo hacía más a menudo. Contento, porque he descubierto que nuestro compañero ha escrito un poema complejo, nutriente, del cual se puede disfrutar; y porque he vuelto a mis andanzas de aprendiz de crítico.
Eres un muy buen poeta, compañero Rafel.
Un abrazo grande.
Óscar
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Bello, Rafel
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Me ha gustado mucho.
Abrazos, Rafel
- Jerónimo Muñoz
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Mi pobre voz no significa nada entre tanto aplauso, pero quiero hacerte llegar mi reconocimiento a tu labor poética y a tu persona. Esa persona plena de arte, innovación y bonhomía.
Un fuerte y fraternal abrazo.
Jerónimo
Demóstenes
- Carlos Justino Caballero
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Qué buen contacto tuvo tu inspiración con el agua, ya que pusiste los sensores de tu pluma en el aplauso reguladoRafel Calle escribió:Habría que aplaudir la llamada del nudo
si la cuerda propone ungir los labios y casar el agua,
la densidad que apunta cuanto dices
y el lazo sensorial en lo que callas.
Quién sabrá de tu mente que no sea tu siervo,
capaz de seducir un témpano cautivo,
el fuego ahora, festín del agua en los sentidos,
preludio de calor en la raíz de la memoria hielo,
y el nido de pavesas que mutan su destino.
Quisiera regalarte un árbol de palabras,
mil hojas de las vísceras que regresan a tiempo,
verdor del organismo inacabado,
evolutiva forma del amar. El pensamiento tú
que riega los ramales de un bosque de sentidos.
¿Sabes? no sé tocar, nunca supe fundirme en otro tacto,
quizá deslizamientos breves, mis dedos padecían el mal de los ausentes.
Un reino en la unidad que decide el solitario.
Hoy, que presiento sedas, querría que mis manos ya no fuesen de mármol.
para que el poema tuviera vida muchos años o quizá por siempre. Lo recibo como regalo que no supe, pude o quise
aplaudir antes.Quizá la espera haya dispuesto de resuello o gana para tocar ahora el agua, ya que la tengo en la sequía
temblando entre mis manos ...de marmol frío. Si estuve ausente o no me atrajo este poema es que acaso necesito
algún riego de agua o de poesía o quién sabe si de gusto, ritmo o atención.
Un abrazo
más dura es la caída.
- Ramón Castro Méndez
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Un abrazo y mi aplauso.
que te tortura el no poder escribir
o que
no puedes escribir porque estás torturado?
¿Dices
que estos tiempos te han convertido en un escéptico
o que
estos tiempos confirman tu escepticismo?
SAM SHEPARD
- Francisco López Delgado
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
desde el bosque, la arboleda.[/align]
- Rafel Calle
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
Abrazos.
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Re: El tacto del agua. (L. XVII)
......................................................................................................................Óscar Distéfano escribió:El tacto del agua Rafel Calle
Escansión de versos.
Habría que aplaudir/7 la llamada del nudo/7
si la cuerda propone/7 ungir los labios y casar el agua,/11
la densidad que apunta cuanto dices/11
y el lazo sensorial en lo que callas. /11
Quién sabrá de tu mente/7 que no sea tu siervo,/7
capaz de seducir/7 un témpano cautivo,/7
el fuego ahora,/5 festín del agua en los sentidos,/9
preludio de calor/7 en la raíz de la memoria hielo,/11
y el nido de pavesas/7 que mutan su destino./7
Quisiera regalarte/7 un árbol de palabras,/7
mil hojas de las vísceras/7 que regresan a tiempo,/7
verdor del organismo inacabado,/11
evolutiva forma del amar./11 El pensamiento tú/7
que riega los ramales/7 de un bosque de sentidos./7
¿Sabes? no sé tocar,/7 nunca supe fundirme en otro tacto,/11
quizá deslizamientos breves,/9 mis dedos padecían/7 el mal de los ausentes. /7
Un reino en la unidad/7 que decide el solitario./8
Hoy, que presiento sedas,/7 querría que mis manos/7 ya no fuesen de mármol./7
El mensaje que prescribe este poema consiste en amar, entregarse a los estímulos que laten en el tacto. Aferrarse al amor, a los misterios ardorosos del amor.
Si tuviéramos que afirmar que este poema es diferente a los que rutinariamente leemos, tendríamos que destacar que ese tú femenino es universal y contiene su simbología personal; es decir, original. A veces habla como de forma paternalista, a veces como un profeta; y otras, como un verdadero amante. Y, además, señalemos su decantación por lo terrenal, su ausencia total de romanticismo, como si el amor se debiera tomar verdaderamente en serio, sin alucinaciones emocionales de ningún tipo.
En su verso final se aprecia todo un tratado del carpe diem, del deseo de gozar con el contacto, con el alma que transita lo transitorio, lo que segundo a segundo se esfuma de nuestras vidas.
Nadie poetiza de la nada, nadie poetiza solo; los poetas poetizan entre sí. Digo esto sólo por el hecho de que en este mismo foro podemos encontrar trabajos que semejan singularmente la estructura y el enfoque de este plausible poema. Pero, hacemos la salvedad de que en este trabajo no hemos detectado ninguna decoración. Todo lo que hemos leído fueron versos sustanciales, versos de un equilibrio perfecto en cuanto a la imaginería y la razón.
En cuanto a la forma, este interesante poema, de decididos tintes clásicos, no responde, sin embargo, a los ortodoxos cánones de la tradición. Encontramos estrofas con rimas y sin rimas. Encontramos una libertad renovadora en cuanto a la utilización de los entramados musicales del poema. Es como si el poeta, luego de arduos estudios y prácticas de las normas, encontrase su propia forma de utilización de los efectos sonoros en un poema. En el ritmo no existe cambio sustancial. Es imparisílabo, por más que algunos versos se excedan más allá de los alejandrinos. Algunos versos conforman yuxtaposiciones de dos o tres versos imparisílabos tradicionales; y, como el poeta defiende la teoría de que la coma corta la sinalefa, varios pasajes son construidos en base a este principio.
Luego de la escansión, que me ha brindado la grata confirmación del valor incalculable del poema imparisílabo, hallo una pequeña paja que me gustaría desterrar del conjunto. Se trata de ese trozo octosílabo que chirría en el verso, ya que ni siquiera se puede leer de corrido, porque no calza en este ritmo de ninguna manera. Es sólo mi criterio. Recalquemos que el ritmo de este poema está lleno de admirables matices.
Estoy contento de haber abordado este pequeño estudio, de haber vuelto a leer este poema, hecho que antes lo hacía más a menudo. Contento, porque he descubierto que nuestro compañero ha escrito un poema complejo, nutriente, del cual se puede disfrutar; y porque he vuelto a mis andanzas de aprendiz de crítico.
Eres un muy buen poeta, compañero Rafel.
Un abrazo grande.
Óscar
Muchas gracias, amigo Óscar, por regalarme otro de tus grandes análisis, no en vano eres uno de los mejores comentaristas de Alaire. En verdad, como comentarista literario eres impagable; no haces más que enriquecer los poemas y de paso a todo el foro.
Por otra parte, la combinación que aquí utilizo, como tú dices, imparisílaba (he corregido el verso o periodo que dices par), pero mezclando versos dentro de los versos, al principio —10 años atrás—, sorprendía un poco, los compañeros me preguntaban..., pero ahora quien más quien menos la trabaja, ya es algo muy normal. A mí sirvió, entre otras cosas, para darme cuenta de que el número de sílabas del verso, tiene poco que ver con el ritmo de ese verso.
Repito las gracias, estimado colega.
Abrazos.