Zapatos de tacón

[Alejandro Costa]

Deja la puerta abierta
que tras su estela decaiga tu sombra,
que ilumine tu deterioro
y la insolencia que arrastra tu ego.
Déjala abierta para que desintoxique
las escamas de tu rastro,
para que ahogue el versículo de tus discursos,
la mirada de odio egoísta
que tus ojos sangran al roce de los míos.
Deja que se aloje la paz emanada del silencio,
que tus nudillos cesen de golpear
los oídos perturbadores de mi sien.
Márchate con esos elegantes zapatos de tacón
hacía donde tu mundo te reclame,
donde la penumbra no te suponga un obstáculo,
donde emane ese agua transparente
que sacie tu sed y te refresque la piel.
Márchate tan lejos
que nadie encuentre un resquicio del pasado,
que esa piel que sudó con la mía
borre los engaños de mis poros,
y los labios que tantas veces humedeciste
suspiren mientras te rindes
ante el deseo carnal de otros.

Pero, por favor,
deja la puerta abierta,
tal vez hoy,
la mañana me ofrezca
una nueva oportunidad.

[Concha Vidal]

Robín, buen dia dominical tengas.
Cuánto me gusta seguir leyéndote, aunque no comente mucho.
Desde aquel zapato rojo y mini taconado, un fuerte abrazo mediterráneo (9)

[Hallie Hernández Alfaro]

Solidez y muchos aciertos se desprenden de tu poema, Alejandro.
Somos tan humanos al salir, al cambiar, al pedir...

Felicitaciones sinceras y un abrazo.

[Pilar Morte]

Tus imágenes me han gustado y he disfrutado la belleza de tus versos.
Abrazos
Pilar

[Silvia Savall]

Deja la puerta abierta
que tras su estela decaiga tu sombra,
que ilumine tu deterioro
y la insolencia que arrastra tu ego.
Déjala abierta para que desintoxique
las escamas de tu rastro,
para que ahogue el versículo de tus discursos,
la mirada de odio egoísta
que tus ojos sangran al roce de los míos.
Deja que se aloje la paz emanada del silencio,
que tus nudillos cesen de golpear
los oídos perturbadores de mi sien.
Márchate con esos elegantes zapatos de tacón
hacía donde tu mundo te reclame,
donde la penumbra no te suponga un obstáculo,
donde emane ese agua transparente
que sacie tu sed y te refresque la piel.
Márchate tan lejos
que nadie encuentre un resquicio del pasado,
que esa piel que sudó con la mía
borre los engaños de mis poros,
y los labios que tantas veces humedeciste
suspiren mientras te rindes
ante el deseo carnal de otros.

Pero, por favor,
deja la puerta abierta,
tal vez hoy,
la mañana me ofrezca
una nueva oportunidad.

Todo el poema es una verdadera belleza.
Siempre calando en el alma...
Un honor seguir leyéndote mi poeta.
Besitos miles.

[Rafael Zambrano Vargas]

Alejando: Bell´isimo poema, reflejo muy bien hilvanado de una historia de amor,
que es a la vez de un obra digna; un rayo de tibio sol lleno de melancolía
y resignación caballeresca, el que sin duda será recompensado; la mancha de la mora
con una verde se quita.

Felicidades, poeta

Un abrazo

Rafael

[J. J. Martínez Ferreiro]

Todo un placer disfrutar de la entrada pasión de estos versos.

Un fuerte abrazo, amigo Alejandro.

[Alejandro Costa]

Robín, buen dia dominical tengas.
Cuánto me gusta seguir leyéndote, aunque no comente mucho.
Desde aquel zapato rojo y mini taconado, un fuerte abrazo mediterráneo (9)

No te puedes imaginar cuanto me acuerdo de ti y de aquellas reuniones.
Parece que fue ayer, pero siguen pasando los años y el cuerpo y la piel los marcan a rojo fuego.
En fin, la vida.
Muchas gracias y besos infinitos

[Francisco López Delgado]

Me ha gustado amigo. Alza tu mirada y mira el. horizonte. Recibe un abrazo.

[Alejandro Costa]

Solidez y muchos aciertos se desprenden de tu poema, Alejandro.
Somos tan humanos al salir, al cambiar, al pedir...

Felicitaciones sinceras y un abrazo.

Mil gracias.

Saludos.

[Alejandro Costa]

Tus imágenes me han gustado y he disfrutado la belleza de tus versos.
Abrazos
Pilar

Un placer tenerte junto a mis letras.

Gracias, compañera.

Un besazo.

[Alejandro Costa]

Deja la puerta abierta
que tras su estela decaiga tu sombra,
que ilumine tu deterioro
y la insolencia que arrastra tu ego.
Déjala abierta para que desintoxique
las escamas de tu rastro,
para que ahogue el versículo de tus discursos,
la mirada de odio egoísta
que tus ojos sangran al roce de los míos.
Deja que se aloje la paz emanada del silencio,
que tus nudillos cesen de golpear
los oídos perturbadores de mi sien.
Márchate con esos elegantes zapatos de tacón
hacía donde tu mundo te reclame,
donde la penumbra no te suponga un obstáculo,
donde emane ese agua transparente
que sacie tu sed y te refresque la piel.
Márchate tan lejos
que nadie encuentre un resquicio del pasado,
que esa piel que sudó con la mía
borre los engaños de mis poros,
y los labios que tantas veces humedeciste
suspiren mientras te rindes
ante el deseo carnal de otros.

Pero, por favor,
deja la puerta abierta,
tal vez hoy,
la mañana me ofrezca
una nueva oportunidad.

Todo el poema es una verdadera belleza.
Siempre calando en el alma...
Un honor seguir leyéndote mi poeta.
Besitos miles.

¿Qué es la belleza?
La belleza eres tú, en toda la inmensidad del cuerpo y el alma.

Te adoro, pequeña.

Un besazo.

[Alejandro Costa]

Alejando: Bell´isimo poema, reflejo muy bien hilvanado de una historia de amor,
que es a la vez de un obra digna; un rayo de tibio sol lleno de melancolía
y resignación caballeresca, el que sin duda será recompensado; la mancha de la mora
con una verde se quita.

Felicidades, poeta

Un abrazo

Rafael

Gracias Rafael, por tu visita y amable comentacio.

Un fuerte abrazo.

[Alejandro Costa]

Todo un placer disfrutar de la entrada pasión de estos versos.

Un fuerte abrazo, amigo Alejandro.

Otro para tí.

Siempre agradecido, compañero.

[Alejandro Costa]

Me ha gustado amigo. Alza tu mirada y mira el. horizonte. Recibe un abrazo.

Gracias, muy amable.

Un abrazo.