De céfiro y de sombra tu veleta,
Y líbame en la flor de la violeta,
Émula abeja, sobre el verde prado.
¡Oh, tú mi bien!, mi insecto ángel alado,
Metamorfosis de mi paz completa,
Trasporte de la miel hacia la meta
De un dulce sueño con sabor dorado.
¡Oh tú, mi norma, corazón, deprisa!,
Fiel elemento y manantial de roca,
Troca tu estilo y dame ya la suerte
En los tallos sublimes de la brisa.
Que mi potro salvaje se desboca
Por las ansias más puras de quererte.
Rafael