clavelitos rojos
Que están en tu boquita
de capricho.
Yo tengo el corazón,
¿no te lo he dicho?
Lleno de desengaños
y de abrojos.
Si sigo así me venderé
los ojos
Para no verte más,
ya queda dicho,
Porque vivir sin tí,
mejor el nicho,
y no ser el juguete
en tus antojos.
Ahora bien, si cambiaras
de opinión
Y te apiadaras de mi corazón
tan solo con DOS gramos
de embelesos...
Empañaba el cristal
de mi ventana
Y escribiría tu nombre
una mañana
para luego borrarlo
con mis besos.
Rafael