Eres la imagen dulce de mi sueño,
de mis versos la musa encantadora,
etérea figura del diseño,
albor de amaneceres en mi aurora.
Estrella de fulgores inquietantes
que provoca ese fuego en que me abraso,
la brisa de los mares susurrantes,
la luz crepuscular de un bello ocaso.
Eres el lenitivo en mi locura
y el perfume hechizado que respiro,
rocío de una mágica ventura
y el intenso placer de mi suspiro.
Eres el sueño hermoso que se esfuma,
la deidad que creó mi loca pluma.