Las ruinas

[Juan Cruz Bordoy]

LAS RUINAS
Atormenta la pena a las venas de piedra.
La escarcha de la soledad abate sus días.
Se perla de noche ya el tejado ausente.
Y el eco se hace fugitivo a la cruel desilusión.

No son los años, son las almas tácitas.
Que hoy derraman su esplendor solo en recuerdos
Y atizan el devenir en restos de la humanidad.
El rocío condena al pétreo mármol a un adiós.

¡Festejan los cielos su marcha sobre el horizonte!
Ríe el viento de la enfermiza estatua
que cayó infame sobre el cauce del olvido
para enfriar su sangre de ornato y gloria.

Todas ellas padecen la misma sombra.
Laten desamparo y muerte al compás del mundo.
Cada quien abandona el refugio de su historia
para que algún conquistador la llame ruina.

Es de humanos tronchar la flor a la rosa;
y dejar clavada la espina en su hirsuto cuerpo.
Es de humanos dejar insepulta la felicidad pasada
expuesta cual lágrima en el mercado del progreso.

Juan Cruz Bordoy

[Hallie Hernández Alfaro]

Qué gran fuerza y belleza definen este trabajo, Juan Cruz; los versos de cierre me han emocionado mucho.

Beso grande y aplausos sonoros.

[Guillermo Cumar.]

El latir con desamparo y muerte refleja una estupenda figura para el respeto que merece ese análisis congruente de lo que
el tiempo y la espera reproduce.

Me gustaron el tema y las formas, amigo

Un abrazo

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo de Juan Cruz.

[Juan Cruz Bordoy]

Gracias por tu valor, Hallie, siempre...
Un abrazo y un beso, Juan Cruz.

[Silvia Savall]

LAS RUINAS
Atormenta la pena a las venas de piedra.
La escarcha de la soledad abate sus días.
Se perla de noche ya el tejado ausente.
Y el eco se hace fugitivo a la cruel desilusión.

No son los años, son las almas tácitas.
Que hoy derraman su esplendor solo en recuerdos
Y atizan el devenir en restos de la humanidad.
El rocío condena al pétreo mármol a un adiós.

¡Festejan los cielos su marcha sobre el horizonte!
Ríe el viento de la enfermiza estatua
que cayó infame sobre el cauce del olvido
para enfriar su sangre de ornato y gloria.

Todas ellas padecen la misma sombra.
Laten desamparo y muerte al compás del mundo.
Cada quien abandona el refugio de su historia
para que algún conquistador la llame ruina.

Es de humanos tronchar la flor a la rosa;
y dejar clavada la espina en su hirsuto cuerpo.
Es de humanos dejar insepulta la felicidad pasada
expuesta cual lágrima en el mercado del progreso.

Juan Cruz Bordoy

Cuánta fuerza en los versos. Es un honor leer tu poema.
Gracias y mi abrazo.