Estimado compañero:J. J. M. Ferreiro escribió:En la frontera de tu respiración
se hienden
las delicadas cimas del aire,
el altar
del primer pájaro nevado.
Yo aproximo el aliento avanzando la boca,
abriéndose a otro aliento más puro.
Pero no quiero
la tierra consagrada, la quiero profanada
por tus líquenes rojos y por tus pies ligeros.
El día deja huellas blancas en tu frente,
las hojas
de un tiempo todavía vivo,
lo que no cesa y las palabras buscan.
¿Cómo beber
el aceite del rostro que se asombra a mi lado,
que clarea y despunta,
anegados los párpados de memoria excesiva?
¿Cómo llegar
a las islas de la intemperie
donde las aguas dan forma a los sueños?
Olvídame,
fulgor de la cegada orilla,
tráeme el recuerdo,
o la forma de aquella idea
dormida en un muchacho.
Yo sólo tengo la memoria del destierro;
me es inasible la memoria de los otros.
Pero muchas veces
palpamos frutos delicados,
alas que apenas nos rozan,
accedemos sin temor a los más recónditos abismos,
donde ningún dios es capaz de contener a un solo hombre.
!Qué derroche de imagenes!
Sombreo en rojo aquellas que me parecieron muy hermosas.
Mi felicitación más sincera. Un abrazo.