La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Pilar Morte escribió:
Me miro el ombligo y veo un vestido nuevo,
el color del hambre, el frío del que muere,
el ropaje de saco roto por donde entran los alacranes.
Me miro y reconozco el mundo al que no llega mi sueño,
la palabra que se evaporó en el tiempo,
esa que hablaba adolescente y ahora enterramos
porque hiere.
Me salto los anuncios,
han atado los pájaros a un cadalso roto
donde descansan las costillas sin vida.
Sólo cabe olvidar.
¿Quién sabe donde está la llave
que abre la puerta del destino que no encalla?
Hemos crecido y nos han convertido en liliputienses,
que bailamos a ritmo sin compás.
¿Dónde está el hombre que se mira
en los espejos del Hombre.
¿En qué tierra se esconde la avaricia que crece?.
Hay que aprender a desandar
como niños que marchan de la mano
para no caer en el foso que traga los cráneos.
Rotundo. Un poema escrito desde la convicción, con la firmeza de un sentimiento entero y sereno. Muchas enhorabuenas, amiga Pilar.
Salud.
Agradezco infinito tus enhorabuenas que acojo con alegría.
Besos
Pilar
Pilar Morte escribió:Me miro el ombligo y veo un vestido nuevo,
el color del hambre, el frío del que muere,
el ropaje de saco roto por donde entran los alacranes.
Me miro y reconozco el mundo al que no llega mi sueño,
la palabra que se evaporó en el tiempo,
esa que hablaba adolescente y ahora enterramos
porque hiere.
Me salto los anuncios,
han atado los pájaros a un cadalso roto
donde descansan las costillas sin vida.
Sólo cabe olvidar.
¿Quién sabe donde está la llave
que abre la puerta del destino que no encalla?
Hemos crecido y nos han convertido en liliputienses,
que bailamos a ritmo sin compás.
¿Dónde está el hombre que se mira
en los espejos del Hombre.
¿En qué tierra se esconde la avaricia que crece?.
Hay que aprender a desandar
como niños que marchan de la mano
para no caer en el foso que traga los cráneos.
Un poema profundo y diciente. Muy hermoso, Pilar. Me conmueve su lirismo y su imaginería. Abrazos, ERA
Gracias, ERA, por tu amable comentario.
Besos
Pilar