
Callan las gaviotas
y se derrama un mar verdoso,
salitre y algas
contra mi boca.
Porque cuando grita un verso
sobra el alba
y brota un firmamento
de bombillas fundidas
que susurra a plena noche
voces apócrifas,
despertando las pequeñas cosas
por las que me hubiera gustado
verte llorar manantiales.
Como el dócil abandono de las anclas,
sólo sé que sueñan las albuferas
largas lenguas de arena.
...Y yo no sueño.
e.S
+abrazo+