la carretera y yo
Moderador: Hallie Hernández Alfaro
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la carretera y yo
"En asuntos de amor los locos
son los que tienen más experiencias.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos.
Los cuerdos aman cuerdamente,
que es como no haber amado nunca."
Jacinto Benavente
Me puse los vaqueros negros y mis nuevas botas de cordones negras, tipo militar, y un cortavientos negro, que le dejó "el pesca" a mi hijo.
Un poco heavy para ir a caminar un domingo por la mañana, sí, lo sé, pero la vida es muy heavy. Lo único que desentonaba era mi paraguas, lleno de colores y con su volantito, muy pijo para ser mío.
Y me fui a caminar, como para no volver.
Esa carretera me encanta. No circulan coches, vas tú sola, y un domingo por la mañana bien temprano más sola todavía.
Siempre me gustó ir a contracorriente, estar despierta cuando el mundo duerme, dormir cuando hay ruido, y ponerme unas botas para ir a caminar mientras los demás se ponen sus deportivas.
Cuando se pongan botas yo llevaré deportivas.
Cuando se vistan de negro yo vestiré de blanco.
Cuando todos vayan a la derecha yo iré a la izquierda.
Sólo intento ser libre el mayor tiempo posible, ya sé que no somos libres y nunca lo seremos. Dependemos del aire para respirar.
Pero yo esta mañana fui libre, lo fui.
Pensé mil cosas, esta cabeza que no para nunca. Es como una batidora, a veces me la cortaría y la colgaría en la plaza mayor, o la donaría a la universidad de Santiago para que los estudiante de medicina jugasen con ella a la pelota.
Por un momento creí que era pequeña. Como cuando paseaba con mi hermana. Con una mano la sujetaba a ella y con la otra nuestra inocencia.
Me sentía libe, ni siquiera me escondía dentro del paraguas, como hago otras veces entre la multitud, todo lo contrario. Lo subía para que el aire me cortase bien la cara.
Seguí la carretera con sus curvas, como si fuera un hombre acariciando a una mujer
No quería que se acabase nunca. Solo quería caminar
"Tonto es el que dice tonterías". Y el que las hace pienso yo.
Y después de la curva otra recta grande. Y seguí caminando
Y seguí sintiéndome libre. Al menos eso creía yo.
No quería ver el horizonte. Como esas carreteras de Castilla, que las rectas son tan largas que nunca se acaban: "Ancha es castilla"
Pensé mil cosas. Pensé que porqué tenemos que unirmos a nadie, o porqué no somos libres. Sin papeles, sin promesas, sin ataduras. Porque nadie nos pertenece, porque las personas no somos trapos de cocina, ni siquiera nuestros hijos nos pertenecen, son libres, independientes, no son nuestros.
Porqué tenemos que amar a un solo hombre o a una sola mujer, o porque solo a un solo sexo.
No entiendo el mundo, ni nada, cada vez menos.
Por eso quiero ser una mona, desde hace mucho en mi próxima vida quiero ser una mona, y lo he dicho, y lo seguiré diciendo hasta que se cumpla.
Creí que había sido libre esta mañana, pero nadie es libre, nadie. Nunca seremos libres.
Entonces recordé, que en cada uno de esos pasos, en todos y cada uno de ellos, durante esas milésimas de segundo que los dos pies tocan el suelo al mismo tiempo, durante esas milésimas de segundo que levantas el pie izquierdo para dar el siguiente paso, en esas milésimas de segundo que levantas el pie derecho para dar el paso siguiente
ni un solo momento en todo ese tiempo, dejé de pensar en ti.
Cualquier día, acabaré como una loca más, descalza en el parque y cantando esa canción, en directo y sin playback, mientras me miras con ojos de loco, con ojos de otro mundo, sentado desde un banco.
"si no te das cuenta de lo que vale
la vida es una tontería
si dejas que se escape lo que más querías."
nana nana nana na na na
nana na
Antonia Mauro del Blanco
Antonia Mauro.
- María R. Alfano
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Re: la carretera y yo
Carmín
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Re: la carretera y yo
Felicidades muchas y aplausos. Gracias miles por compartir, Antonia.
"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Esta cárcel sin ti, Ramón Olivares