Vínculo fatigado

[Óscar Distéfano]

Vínculo fatigado

Hemos perdido la risa blanca de las paredes,
mientras el rayo de la luna
entra por la ventana
y en silencio se acuesta entre ambos.

Todas las noches la misma postura:
las piernas apretadas
buscándose entre sí,
y fríos los compases de los corazones.

Oigo voces en la cocina,
risas que cocinan brazo con brazo,
y el gato que nos mira desde la terraza
pidiendo formar parte de la casa.

Ya no hay niños: crecieron, se marcharon,
están curtiendo sus rostros en el ciclo,
a veces muy felices, a veces rutinarios,
como antaño nosotros.

Más allá, en lo alto, lejanas, las estrellas,
indiferentes al enigma humano,
a la consternación de mi mirada,
a mi insomnio, lánguidas parpadean.

Me cansa el peso de tu muslo, me aprisiona.
Salgo con mis peores
presentimientos a borrar la noche.
No quiero ver tu cuerpo destapado:
son muchos los recuerdos que incitan al instinto.

Salgo al patio, camino, vuelvo, salgo.
Las flores trastornadas, en el jardín despiertan,
emanan sus esencias lúbricas.
Mis labios se resecan. Bebo un té de tilo.

Un río rojo, espeso, lento,
es mi sangre en el frío de estas horas.
Regreso al cuarto y salgo y vuelvo y amanezco
espalda contra espalda.

[Ernesto C]

Un poema que expresa toda una gama de sucesos, cosas que se escriben, que se narran con la naturalidad del que las siente, y sobre todo con claridad, sin rebuscar palabras para que impacte.
leído con gusto.
Un abrazo, Ernesto C.

[Raul Muñoz]

Mucho arte y destreza para captar hasta el más mínimo detalle, e imprimir un ritmo acorde a la propia emoción que vertebra el poema, enraizado en la escena: ese entrar y salir me parece un recurso muy brillante para mantener la atención del lector y llevarlo al lugar. También me parece musical y, como no, eterno símbolo o arquetipo.

Un placer leerte Óscar, siempre aprendo algo nuevo.

Abrazo, amigo

[Jerónimo Muñoz]

Íntima y lírica meditación sobre una pasión juvenil que se va transformando en puro amor.
Considero muy difícil llevar al papel un sentimiento tan sutil como este que expresas. Tú lo consigues plenamente sin recurrir a simbologías extrañas, ateniéndote solo a la palabra explícita que, magistralmente trazada, logra transmitir una emoción tan exquisita en su pureza y tan honda en la realidad.
Magnífico poema, Óscar.
Abrazos.
Jerónimo

[Israel Liñán]

Oscar me encantó el poema, me sentí reflejado, compartía, a medida que leía tus versos, la sensación que describes.
Volveré con mas calma.
Un abrazo, compañero.

[Guillermo Cumar.]

Seco el reguero del amor, no usa la ardorosa corriente del corazón. Tono de honor hendido hacia el recuerdo de la escatología corpórea.
La inspiración se te ha vuelto extemporánea y se aprovecha del instinto y del recuerdo para no incentivarse. Así y todo el poema cuenta mucho sobre los alrededores del sentir y de la empatía noble. El regusto de la buena poesía acrecienta y adecenta a voz de pluma y de tu mano

un abrazo

[Pilar Morte]

Presiento poesía de la buena, de la que llega porque sus versos tienen vida y la muestran con sublime belleza. Felicidades
Besos
Pilar

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Óscar.

[E. R. Aristy]

Vínculo fatigado

Hemos perdido la risa blanca de las paredes,
mientras el rayo de la luna
entra por la ventana
y en silencio se acuesta entre ambos.

Todas las noches la misma postura:
las piernas apretadas
buscándose entre sí,
y fríos los compases de los corazones.

Oigo voces en la cocina,
risas que cocinan brazo con brazo,
y el gato que nos mira desde la terraza
pidiendo formar parte de la casa.

Ya no hay niños: crecieron, se marcharon,
están curtiendo sus rostros en el ciclo,
a veces muy felices, a veces rutinarios,
como antaño nosotros.

Más allá, en lo alto, lejanas, las estrellas,
indiferentes al enigma humano,
a la consternación de mi mirada,
a mi insomnio, lánguidas parpadean.

Me cansa el peso de tu muslo, me aprisiona.
Salgo con mis peores
presentimientos a borrar la noche.
No quiero ver tu cuerpo destapado:
son muchos los recuerdos que incitan al instinto.

Salgo al patio, camino, vuelvo, salgo.
Las flores trastornadas, en el jardín despiertan,
emanan sus esencias lúbricas.
Mis labios se resecan. Bebo un té de tilo.

Un río rojo, espeso, lento,
es mi sangre en el frío de estas horas.
Regreso al cuarto y salgo y vuelvo y amanezco
espalda contra espalda.

Este es para mi el mas impactante y evocador poema que te he leido. Magistral y bello en plenitud.Te felicito, Oscar. Abrazos, ERA

[Ana Muela Sopeña]

Magistral, Óscar:

Logras transmitir esa mezcla de amor, complicidad, melancolía, insomnio, nido vacío, la buena unión amalgamada con la costumbre...

Tienes un modo de expresar la realidad a través de cada verso muy elegante, sutil, personal.

Aplausos
Enhorabuena por esta propuesta poética tan interesante
Un fuerte abrazo, amigo poeta

Ana

[Julio Gonzalez Alonso]

El poema camina, inexorable, hacia un final que siento con pesimismo, como un castillo de naipes derrumbándose al que, para evitar su caida, alargas las manos consiguiendo el efecto contrario al deseado. Sí, no me parece un poema amable; diría más, me parece muy duro en esa incomunicación irremediable. El afecto y la esperanza disolviéndose como un azucarillo en un vaso de agua. Me has hecho recordar al dramaturgo Samuel Beckett.
Salud.

[Arturo Rodríguez Milliet]

Brillante ¨´Oscar.
Hay una cadencia que nos atrapa a todo lo largo del poema,
una suerte de sopor cargado de nostalgia y desapego en equilibradas proporciones y
expresadas con una gran honestidad por parte de quién la experimenta.
En esta amalgama de emociones se percibe el efecto del tiempo
con la misma viscocidad de una noche de insomnio.
Sorprenden el ritmo y la pulcritud del leguaje
que brindan una coherencia transparente al sentimiento expresado.
Un poema muy afortunado con alta capacidad evocativa.
Un afectuoso abrazo.

[Óscar Distéfano]

Un poema que expresa toda una gama de sucesos, cosas que se escriben, que se narran con la naturalidad del que las siente, y sobre todo con claridad, sin rebuscar palabras para que impacte.
leído con gusto.
Un abrazo, Ernesto C.

Sólo se trata de sincerarnos con la realidad. Nada de pretender engañarnos a nosotros mismos. Sólo se trata de trasmitir a nuestros semejantes nuestros sueños y nuestros fracasos, nuestras esperanzas y nuestras frustraciones, como una forma de terapia poética que nos lleve a aliviar las contrariedades que sufre el alma. Este quiso ser un poema de desamor, un poema donde el empecinamiento del vínculo es más fuerte que la valentía de una separación. A veces somos cobardes para liberarnos.

Un abrazo, amigo.
Óscar

[jose manuel saiz]

Un poemazo, amigo. De los que a mí me gustan. De lo mejor que te he leído. Hay versos que llegan muy profundo. Te felicito y te doy las gracias por compartirlo.
Un fuerte abrazo, Óscar.
J. Manuel

[Óscar Distéfano]

Mucho arte y destreza para captar hasta el más mínimo detalle, e imprimir un ritmo acorde a la propia emoción que vertebra el poema, enraizado en la escena: ese entrar y salir me parece un recurso muy brillante para mantener la atención del lector y llevarlo al lugar. También me parece musical y, como no, eterno símbolo o arquetipo.

Un placer leerte Óscar, siempre aprendo algo nuevo.

Abrazo, amigo

Gracias, Muñoz, por tu visita y comentario. Es confortable y valioso ser apoyado por un compañero de experiencia y gran poeta.

Un abrazo.
Óscar